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Rubalcaba condena las "veleidades" del Gobierno con la sanidad

Censura la imagen 'deplorable' que está proyectando el Ejecutivo con sus idas y venidas respecto al copago. El PSOE se muestra predispuesto a discutir sobre financiación sanitaria, pero no a entrar en debates 'de quinta'

JUANMA ROMERO

'No quiero contribuir a la ceremonia de la confusión'. Alfredo Pérez Rubalcaba parecía paladear con gusto el embrollo en el que se han metido el Gobierno y el PP a cuenta de la previsible reforma de los servicios públicos y la amenaza cierta del copago sanitario. El secretario general del PSOE dejó hoy al Ejecutivo nadar entre sus propias contradicciones, consumirse entre sus 'veleidades y frivolidades', navegar en un mar proceloso y tremendamente impopular, pero sí reiteró al presidente que los socialistas no transigirán si Mariano Rajoy plantea cruzar sus líneas rojas e implantar el copago. Advertencia ya adelantada este fin de semana por su partido

Tan en evidencia quería dejar Rubalcaba al PP que no mentó la polémica en su larga exposición inicial de la rueda de prensa de hoy, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido. No quería ni 'pasar de puntillas'. Ya bastante 'deplorable' había sido la imagen que había proyectado el Ejecutivo con sus idas y venidas de los últimos días. La última esta mañana, cuando el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, ha desmentido al ministro de Economía, Luis de Guindos, que pocas horas antes se había reafirmado en su intención de implentar la progresividad en las prestaciones sanitarias. Como 'deplorable' es también para el PSOE que el titular de Economía adelante las futuras reformas del Ejecutivo en medios extranjeros. 

Los socialistas reconocen que hay 'desajustes' en la sanidad, que sí se pueden introducir fórmulas de 'ahorro' y de mejora de la financiación sanitaria. Y que se puede debatir 'en serio' sobre ellas, pero sin estallar los consensos básicos y sin entrar en discusiones 'de quinta' como en las que se ha enzarzado el Gabinete del PP. Rubalcaba recordó que el sistema actual es 'barato' y funciona 'muy bien'. Es, de hecho, la 'niña de los ojos de los servicios públicos', la 'joya de la corona', y goza de un acuerdo muy alto y muy aquilatado, por lo que debería 'cuidarse'.

'Si quieren calmar a los mercados, que hagan unos Presupuestos más serios', amonesta

Por tanto, que el Gobierno evite lanzar el debate y 'dar el espectáculo', como hizo durante la campaña de las elecciones andaluzas y asturianas –en aquellos días el PP avaló el euro por receta implantado por CiU en Catalunya–, o ha hecho ahora, haciendo 'resurgir' el asunto 'como si fuera el monstruo del lago Ness'. 'Cuando tengan algo que decir, que lo digan', resolvió. Porque además tanto desconcierto no ayuda, explicó, a 'tranquilizar a los mercados'. Y si el Ejecutivo busca apaciguar a los especuladores, 'que haga unos Presupuestos más serios' y que imponga, por ejemplo, un Impuesto para las Grandes Fortunas, una tasa más estructural y que reporta ingresos seguros. La solución no puede ser, para el PSOE, el copago, al que siempre se ha opuesto por injusto, ineficaz y nada 'disuasorio'. 


Rubalcaba se sumergió asimismo en la defensa de la gestión de las comunidades autónomas, señaladas implícitamente por Rajoy, a juicio de los socialistas, como las culpables del desbordamiento del déficit. Claro que deben 'cumplir' con sus compromisos de reducción del agujero, pero si el Gobierno central las 'asfixia' económicamente, las regiones al final acaban 'apretando' las tuercas al Estado del bienestar y limitar los servicios públicos que gestionan. El líder del PSOE puso como ejemplo la subida del IRPF ordenada por el Consejo de Ministros el pasado 30 de diciembre: al aumentar sólo la tarifa estatal, no dejó 'margen' a las comunidades para recabar más ingresos. 

Esa línea de defensa del secretario general del PSOE tenía como eje la defensa obvia de Andalucía, único gran bastión rojo. La Junta, presidida por José Antonio Griñán, procedió a una subasta de medicamentos en marzo, que Rajoy recurrió ante el Tribunal Constitucional. Ese es un ejemplo, para los socialistas, de 'ahorro' y de vía para reducir la factura sanitaria (unos 40 millones de euros en la región, según sus cálculos). Rubalcaba acusó en la rueda de prensa a De Guindos de mentir cuando afirmó que la subasta fue un fracaso y no se presentaron ofertas. 'Claro que se presentaron, y eso a pesar de algunas llamaditas que me han dicho que ha habido a algunas farmacéuticas para que no lo hicieran', deslizó. 

Izquierda Unida siempre ha rechazado con rotundidad el copago sanitario, incluso en los tiempos en los que circulaba que el Gobierno del PSOE lo manejaba como solución. Destacó siempre que más que copago habría que hablar de repago, ya que los ciudadanos pagan por los servicios públicos a través de sus impuestos. De modo que las declaraciones de Luis de Guindos durante la Semana Santa no son más que 'un primer paso para universalizar el repago sanitario'. Y que el titular de Economía sugiriera esta mañana en una entrevista en la cadena Ser que aquellos con rentas más altas, a partir de 100.000 euros, deberían pagar por la sanidad, se sitúa en la 'tónica del PP' de 'dulcificar o envolver con papel de celofán' sus propuestas. 'Todo el mundo en este país sabe que quien cobra esos salarios está utilizando servicios privados', explicó esta mañana Cayo Lara, coordinador federal de IU, en rueda de prensa. 

La federación, por su parte, seguirá defendiendo sus tesis conocidas: que siga existiendo una 'sanidad pública y universal' que no distinga entre clases sociales y a la que se puedan acoger todos los ciudadanos, financiable si se aprueba una reforma fiscal progresiva como la que viene proponiendo IU. 

Lara, como Rubalcaba, también afeó a De Guindos que cuente 'las averías' que va a introducir el Ejecutivo a través de medios extranjeros, en un claro gesto de 'desprecio' al Parlamento y a las fuerzas de la oposición. 

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