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"Tras hacer lo que la sociedad me pedía, el sistema me dio la espalda"

David Domínguez, ingeniero agrónomo de 27 años en paro. Se marcha al 'exilio económico' para buscar trabajo ante la falta de oportunidades en España

SERGIO LEÓN

David Domínguez terminó ingenieria de agrónomos en 2009. No encontraba trabajo y se marchó a Chile siete meses para completar sus estudios. A su vuelta le ofrecieron un par de becas de corta duración. Cuando las acabó seguía sin empleo, así que decidió aprender inglés y se fue a Londres, donde aguantó trabajando de lo que le echaran. Regresó y sigue en las mismas. Este madrileño de 27 años dice sentirse 'desilusionado'. Es uno de los tantos jóvenes españoles cualificados a los que el paro les está dinamitando una experiencia profesional prácticamente inexistente. Él quiere trabajar de lo suyo, para eso se ha estado formando. Pero ya no ve su futuro en España. David se prepara para un nuevo viaje, esta vez indefinido, y para abandonar un país en el que no ha podido cotizar ni un solo día desde que acabó la carrera, hace ya tres años.

¿Participaste?

No pude asistir a la primera manifestación del 15-M ni a la primera acampada. Pero al día siguiente de ver en televisión y por Internet cómo la policía había decidido desalojar, fui a la Puerta del Sol y a partir de ese momento asistí a la acampada de forma periódica, siempre que podía. Algunos días me quedé hasta altas horas de la madrugada. Luego empecé a participar en algunas asambleas locales.

¿Te convencieron o convenciste?

A mí no me tuvieron que convencer. Siempre intento acudir a todo tipo de manifestaciones no violentas que reivindiquen los derechos de los trabajadores, defiendan el medio ambiente o critiquen le injusticia social, y ésta era un buen ejemplo. Y una vez que vas, al ver el buen ambiente que había y presenciar que la mayor parte de esas personas son como tú, me animé cada vez que tenía un hueco.

Los motivos para indignarte

'Los políticos no cumplen. Nos tratan como a ovejas a las que se asusta con la crisis'

La situación laboral, las expectativas y la falta de moralidad política de una campaña electoral en la que los políticos sólo se acusaban unos a otros sin poner sobre la mesa sus propuestas. Los políticos no cumplen. Nos tratan como a ovejas a las que se amenaza con el lobo o la crisis. Además era un buen momento para que la dormida juventud saliese a la calle para decir basta.

Los motivos para volver a indignarte

Ahora tengo más motivos que nunca. Me indigna que después de hacer lo que la sociedad me pedía, es decir, formarme académicamente, el sistema me dé la espalda. Me indigna que Urdangarin pacte para eliminar unos mails que comprometen a la Casa Real. Me indigna el decretazo de unos gobernantes que quieren una educación y sanidad de caridad y no de calidad, sin que los recortes afecten al ejército o a la iglesia. Me indigna que los gobiernos españoles no se impongan ante la política europea y que gran parte del gasto en los presupuestos vaya a pagar una deuda pública en lugar de gastarlo en aspectos sociales, que es para lo que existen los impuestos.

'El 15-M ha conseguido transmitirnos que con la participación ciudadana todo se puede lograr'

Me indigna que se dé dinero a los bancos en lugar de comprarlos y que la máxima responsabilidad que tiene un político o un directivo bancario sea dimitir. Me indigna que los corruptos no vayan a la cárcel. Me indigna que en el 1 de mayo no haya jóvenes, y que los sindicatos, tan necesarios en nuestra sociedad, pidan reformas políticas y no hagan una reforma sindical. Me indigna que los políticos lean discursos, siendo simples actores que se olvidan de la espontaneidad y naturalidad. Me indigna el decretazo en el transporte y que comparen los precios con los de otros países sin comparar la renta media y el salario mínimo. Me indigna que tengamos que ser nosotros los que paguemos la crisis que crearon ellos.

Un momento especial

Momentos especiales hubo muchos, pero más que momentos lo que realmente recuerdo fue el sentimiento global de participación, solidaridad y compañerismo. Para mí fue muy importante la aportación sin ánimo de lucro de muchos particulares y establecimientos que ofrecían comida y agua a la organización y que permitió que el dispositivo montado pudiera estar las 24 horas.

Un error

'Me indigna que los recortes del Gobierno no afecten a la iglesia o al ejército'

No me gustó la participación de algunos asistentes que intentaban rechazar todas las propuestas sin proponer alternativas. Aprovecho para felicitar a la organización por pedir constantemente que no se citara expresamente a ningún partido político, ya que permitió la realización de debates sobre el sistema actual y la gestión, sin que se transformase en una crítica contra los políticos y que permitió la unión de los participantes.

¿Qué aportaste?

Más que aportar fue compartir ilusión y esperanza a la vez que resentimiento político y laboral con la sociedad apagada y poco crítica que existía en ese momento. Pero como cada movimiento o agrupación, lo importante no es lo que se aporta de manera individual sino lo que se aporta de forma colectiva, que es lo que hizo que muchos empezaran a tener miedo a ese colectivo. Por eso algunos medios intentaron criminalizarlo. De ese miedo y de ese intento fallido de desprestigio ahora surge la ley de resistencia pasiva.

¿Qué ha cambiado con el 15-M?

El 15-M, aparte de parar desahucios, ha conseguido que seamos críticos, que debatamos sobre todo y todos. Nos ha liberalizado la mente y nos ha transmitido la idea de que la sociedad quiere un cambio, de que algo está yendo mal, que estamos en contra de nuestro sistema y que con la participación ciudadana todo se puede lograr.

¿Sigue teniendo la misma fuerza?

'Los gobernantes quieren una educación y sanidad de caridad y no de calidad' 

Sí y la seguirá teniendo sin perder su potencial social, tanto por los que estamos aquí como por los que están o estaremos en el 'exilio económico', es decir, los que han tenido o tendremos que emigrar a otros países para poder encontrar un trabajo, dejando a la familia y a los amigos de forma indefinida. Ahora somos nosotros los migrantes, y con esto me gustaría hacer reflexionar a los que tratan a los inmigrantes de manera despectiva.

¿Hasta dónde crees que llegará?

El 15-M puede llegar muy lejos siempre que se enfoque en lo que nos une y en lo que la sociedad reivindica. Algunos partidos políticos se han interesado por este movimiento espontáneo y aunque no espero que se transforme en un partido, lo que sí espero es que los futuros dirigentes locales y nacionales se hayan empapado de este sentimiento y actúen de acuerdo a las ideas propuestas para que representen de forma real a la sociedad.

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