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PSN y UPN, dispuestos a superar su crisis en el Gobierno foral

Jiménez afirma tener 'interés y ganas' por mantener el Ejecutivo con los regionalistas. Barcina insiste en que la coalición con los socialistas es 'el mejor de los posibles'

IÑIGO ADURIZ

Los dos socios que todavía integran el Gobierno de Navarra, PSN y UPN, han suavizado hoy sus posturas respecto a la crisis abierta entre ambos el pasado viernes. Los socialistas, en boca de su líder y vicepresidente de la comunidad foral, Roberto Jiménez, han manifestado su 'interés' y sus 'ganas' por superar la situación. Y los regionalistas, de la mano de la presidenta navarra, Yolanda Barcina, han reafirmado su convicción en que el pacto con el PSN es el mejor escenario para la comunidad.

 Ha sido esta última la que, a última hora de la mañana, mostraba su disposición a mantener vigente el acuerdo con los socialistas. Un pacto que se ha puesto en entredicho desde que el viernes el Ejecutivo foral decidiera aprobar un recorte de 132 millones de euros sin contar con el benéplacito de una de sus partes, el PSN. El partido que lidera Jiménez vio en este gesto una vulneración de lo pactado con sus socios. 

Barcina no cree, en cambio, que este episodio vaya a suponer una ruptura. Porque, en su opinión, el acuerdo de su partido con los socialistas es 'el mejor de los posibles' para Navarra. 'Me voy a esforzar para conseguir que este Goibierno siga funcionando para dar estabilidad a esta comunidad', ha asegurado, tras desvelar que esta mañana había mantenido un encuentro con el socialista Jiménez.

La reunión, de la que ninguno ha querido desvelar los detalles, ha servido, según la presidenta navarra, para constatar el compromiso de ambos para 'seguir trabajando con intensidad' para lograr un acuerdo. Si Barcina no ha concretado si dicho encuentro ha servido para acercar posiciones, horas después, Jiménez no ha querido desvelar mucho más. 

El dirigente socialista ha tratado de mantener firme su postura, tras reunirse en Madrid con el líder su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ha insistido en que ha sido UPN el que ha 'roto unilateralmente' el acuerdo que mantenían, y que exigía consenso en materia económica. Y también ha condicionado la vigencia del pacto a la 'lealtad' entre ambos socios, a la 'certidumbre' de la administración foral sobre las cuentas de la comunidad y, sobre todo, a una nueva política económica que 'no cargue sobre los hombros de los de siempre' las consecuencias de la crisis.

Pero Jiménez también ha reafirmado su voluntad de superar el conflicto con los regionalistas, para garantizar la 'estabilidad' de Navarra en un momento adverso para el país. 'Voluntad de acercamiento existe entre ambas partes', ha señalado en respuesta a las preguntas de los periodistas. También ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a los navarros, a quienes les ha recordado que el Gobierno foral 'sigue funcionando con normalidad'. En lo único en lo que notarán la crisis del Ejecutivo es en que los socialistas no aprobarán decisiones de 'calado'.

Eso sí. Si UPN no muestra la voluntad de ser más claro a la hora de explicar las cuentas de la comunidad a sus socios de Gobierno. Si rompe esa lealtad y, además, sigue manteniendo políticas de ajuste en las prestaciones sociales, la estabilidad del Ejecutivo navarro 'será difícil'. Además, Jiménez ha querido dejar claro que si rompen con los regionalistas y los socialistas abandonan sus carteras, el PSN no sustentará al equipo de Barcina en el parlamento, por lo que esta se vería obligada a llegar a acuerdos con el PP o, en su caso, a convocar elecciones.

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