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'Bienvenido al cambio, Alfredo'

Rubalcaba y Lara se reúnen por primera vez en esta legislatura. El coordinador federal de IU saluda el giro operado por los socialistas, aunque reprocha que no hubiera puesto en marcha esas medidas sociales cuando gobernaba. El encuentro concluye s

Mucho chau chau y pocos resultados concretos. Pocos pactos, pocos acuerdos tangibles más allá de un compromiso firme de seguir manteniendo contactos en el futuro, de seguir engrasando las relaciones.

Pero eso era lo que se preveía. 

Alfredo Pérez Rubalcaba y Cayo Lara se reunieron este miércoles con las cartas ya marcadas cuando entraron al despacho en el Congreso del secretario general del PSOE para mantener su primer encuentro. Su primer cara a cara desde que Rubalcaba alcanzó la cúspide de poder de su partido. Su primera entrevista en toda esta legislatura. No habían preparado temas concretos, ni un orden del día formal. En su agenda se hallaba el repaso y el análisis de la situación económica y política, como antes había hecho Rubalcaba con Josep Antoni Duran i Lleida (CiU) y como hará pronto con Josu Erkoreka (PNV) y Rosa Díez (UPyD). 

Fueron dos horas de encuentro. Los dos coincidieron en el 'descrédito' y 'desprestigio' de Mariano Rajoy en el exterior, entre las cancillerías europeas y en los organismos internacionales, en que hace falta un cambio urgente en la política económica europea y española para que haya un impulso 'decidido' a favor del crecimiento y la creación de empleo, en que la situación de España es 'muy delicada' y en que las políticas del Gobierno se han probado 'muy perjudiciales', según relataron fuentes de PSOE e IU, ya que ni Rubalcaba ni Lara comparecieron ante la prensa para dar cuenta de su reunión. 

Los dos líderes critican las políticas de Rajoy y señalan su 'descrédito' exterior

Algunas de las recetas contra la crisis son compartidas: que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda directamente a los Estados, sin intermediarios, en el mercado primario. O los eurobonos, o la puesta en marcha de una especie de plan Marshall europeo a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la aprobación de una tasa a las transacciones financieras. Medidas, que recordó Lara, lleva reivindicando IU meses, años. Desde el comienzo de la crisis. Fue ese el momento de congratularse del giro dado por los socialistas en los últimos meses, desde el congreso federal de Sevilla. De soltar una suerte de Bienvenido al cambio, Alfredo. En definitiva, de reprochar al PSOE que ahora se apunte al carro de las medidas de izquierdas cuando las rehuyó en su tiempo en la Moncloa. 

El coordinador le dijo lo que tantas veces ha repetido en rueda de prensa y en distintos foros: que quien encendió la política de recortes fue el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y quien se empeñó en reformar por la vía rápida la Constitución para imponer un corsé de oro al déficit fue, de nuevo, Zapatero. Y quien aprobó una reforma laboral que puso las cosas más fáciles al PP fue, otra vez, Zapatero. 

No se habló de Extremadura, según expresaron fuentes tanto de una y otra fuerza. Y apenas se rozó Andalucía y Asturias, donde IU ayuda a la gobernabilidad desde dentro, en coalición –en el primer caso–, o desde fuera, con apoyo parlamentario (en el Principado). Simplemente, Lara le subrayó al líder del PSOE la 'implicación y la responsabilidad' que había asumido la federación en ambas comunidades, por lo que esperaba que los socialistas estuvieran 'a la altura'. 

Acuerdan seguir manteniendo contactos periódicos en el futuro

Más allá de las diferencias, los dos quedaron en seguir manteniendo contactos, en hablar a menudo. Rubalcaba se comprometió en informar a Lara de las posiciones que defenderá en las reuniones del Partido Socialista Europeo antes de las cumbres de la Unión Europea. Y, significativamente, se intercambiaron los números de sus teléfonos móviles. 

'Es bueno que la segunda y la tercera fuerza del país tengan una relación fluida más allá de divergencias y coincidencias', analizaban en IU horas después de la reunión. Lógicamente, ahora las convergencias 'son más fáciles', ya que lo que une a ambos es la confrontación total con la política de Rajoy. Pero ni Lara ni Rubalcaba acordaron articular un frente común o pactar propuestas unitarias. Un dirigente de IU lo explicaba con nitidez: 'El PSOE critica las formas del Gobierno, pero nosotros vamos al fondo, a cuestionar el modelo que obliga a políticas erróneas'. 

En la pasada legislatura, las direcciones de los dos partidos sí se reunieron con un orden del día más cerrado, expusieron demandas concretas. Pero la coyuntura era muy distinta. El PSOE estaba en el poder. Ahora, ya no. Los tiempos eran distintos, y la fuerza de uno y otro, también.

A fin de cuentas, un encuentro 'cordial', 'interesante' y 'positivo', según narraron las partes, y que supone 'normalizar las relaciones' no siempre fáciles de PSOE e IU. Frustración, ninguna. Se llegó hasta donde se quería llegar. Y hasta donde era lógico llegar. 

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