Ha afrontado un difícil comienzo de semana, después de que algunos medios informaran el domingo de la existencia de voces dentro del PSOE que reclaman primarias ante los pésimos resultados de las encuestas, y de que el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, volviera ayer a cuestionar su labor de oposición y sus peticiones de acuerdos al Gobierno, al señalar que 'hoy el PSOE no tiene credibilidad'. Pero lejos de cambiar su estrategia, el máximo líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha reafirmado su idea de 'oposición leal y responsable'. 

Para ello ha contado con la connivencia del presidente de Andalucía, José Antonio Griñán. Ha sido este quien ha presentado la intervención de Rubalcaba en un desayuno informativo queriendo dejar claro que no sólo comparte el trabajo de oposición del secretario general de su partido, 'sino que no compartiría otra oposición'. 'Comparto con él esa visión de que lo importante es más importante en crisis', ha afirmado Griñán, al referirse a asuntos como educación y sanidad.

A continuación ha tomado la palabra Rubalcaba, que ha dedicado gran parte de su discurso a desdecir las críticas que ha recibido por parte de Gómez, que seguía atentamente la conferencia del secretario general del PSOE entre el público que abarrotaba esta mañana los principales salones del Hotel Ritz de Madrid. 

El dirigente socialista ha ido incluso más allá que en sus últimas intervenciones, ya que no solo ha hablado sobre la necesidad de llegar a acuerdos con el Gobierno, posición que ha sido reprobada por el líder del PSM en numerosas ocasiones. Rubalcaba ha asegurado que 'España necesita una hoja de ruta que comprometa al Gobierno y a la oposición'. Un plan que, a su juicio, debería contener cinco grandes acuerdos: un primero respecto a la política de austeridad combinada con el crecimiento, otro que garantice la cohesión social a través de la educación y la sanidad, el que permita el acercamiento entre PSOE y PP sobre la reforma financiera, uno que avale 'la eficacia del sistema autonómico' y un último que fomente 'el respeto a las instituciones del Estado' y la 'renuncia a su utilización partidista'. 

En definitiva, Rubalcaba seguirá haciendo 'una oposición leal' que significa 'acordar cuando se puede y discrepar cuando no se está de acuerdo'. Una oposición 'responsable' que reconozca 'cuando el Gobierno hace cosas que están bien' y que refute los planes del Ejecutivo que considere inaceptables. Entre estos últimos estará la subida del IVA o la bajada de pensiones que podrían derivar de las condiciones impuestas por la UE a España a cambio del rescate de la banca. El PSOE dará 'un estruendoso no' a estas dos últimas medidas, ha insistido Rubalcaba.