Ruiz-Gallardón propuso hoy un Consejo del Poder Judicial recortado de competencias, con un presidente con dedicación exclusiva y 20 vocales a dietas, con sus viajes al extranjero 'coordinados' con Exteriores, con su autonomía presupuestaria vigilada y con mayorías simplificadas para realizar nombramientos. Pero el ministro de Justicia se mostró dispuesto a consensuar con la oposición parlamentaria el sistema de elección del Consejo, actualmente en manos del Parlamento. En su programa electoral, el PP reclamaba la vuelta a la fórmula anterior a 1985, es decir, la elección directa de los 12 miembros de procedencia judicial por parte de las asociaciones judiciales en elecciones directas. Los otros 8 vocales, de acuerdo a la Constitución, los designa el Parlamento entre juristas de reconocida competencia con más de 15 años de ejercicio profesional.

 El titular de Justicia ha llevado hoy al Consejo de Ministros las conclusiones  de la Comisión de expertos que han trabajado sobre la reforma del Consejo. Las propuestas dejan al Consejo con una composición y competencias radicalmente distintas y muy recortadas respecto a las actuales, mientras que el sistema de elección de sus miembros, el aspecto que parecía prioritario para Gallardón para 'despolitizar' el órgano, queda 'relegado' a un acuerdo con la oposición.

Resumidamente, Gallardón propone que:

 -- El presidente del Consejo sea su único miembro con dedicación exclusiva, mientras los 20 vocales compaginen su participación en el Consejo, retribuidos con dieras, con su normal ejercicio profesional en el destino que tengan fuera del CGPJ tanto como jueces o en su profesión habitual.

-- El presidente del CGPJ tendrá que ser magistrado del Supremo con antigüedad mínima de 3 años en esa categoría, o un jurista de reconocido prestigio con 25 años de experiencia.

-- El Consejo sólo tendrá tres comisiones: la Permanente, integrada por el presidente y cuatro vocales rotatorios anualmente; la Disciplinaria y la de Igualdad. Las competencias del resto de comisiones serán asumidas por la Permanente.

-- Las competencias del Consejo se restringen a nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario de los jueces.Se argumenta que son las atribuciones que le concede la Constitución.

 -- La actividad internacional de los vocales del Consejo deberá ser coordinada previamente con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Fuentes del Consejo consideran esta propuesta una guiño y un aprovechamiento del Ministerio al escándalo de los viajes de Dívar, que costaron el puesto al presidente del CGPJ.

-- Se crea la figura del vicepresidente del Tribubnal Supremo.

-- El número de votos exigido para nombramientos, muy exigente actualmente para la designación de magistrados del Supremo o presidentes de tribunales superiores de justicia autonómicos --tres quintos del Pleno del Consejo-- se sustituirá por el correspondiente a mayoría simple.

 -- Las retribuciones y dietas de los vocales del Consejo, que actualmente cuenta con autonomía presupuestaria, se establecerán en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.

El ministro, que quiere consensuar la reforma con la oposición, en especial el nuevo sistema de elección de vocales del Consejo, manifestó que espera que esté en vigor antes de la próxima renovación del Consejo, prevista para otoño de 2013.