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"Si van a por mí yo voy a por ellos"

Entrevista con Marcos Miranda, minero en el Pozo María Luisa y sindicalista de CCOO que ha venido hasta la capital en la marcha negra

LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL

Marcos Miranda, o simplemente Miranda, como es conocido en la mina, es uno de los trabajadores del carbón que ha venido desde Asturias a Madrid en la marcha negra. Es mecánico en el emblemático Pozo María Luisa, popularizado por el himno de Santa Bárbara bendita. Unos brazos llenos de tatuajes y lo rudo de algunas de sus palabras no pueden ocultar una mirada honesta de ojos azules, la de quien trabaja a 500 metros de profundidad bajo tierra y deposita en su compañero una confianza y una solidaridad que es inimaginable en el resto de profesiones, menos aun las que se desarrollan en las grandes ciudades. Fruto de esta solidaridad, en Hunosa, la empresa pública minera donde él trabaja, están afiliados al sindicato cerca del 100% de los mineros.

La primera pregunta es la más directa: ¿Qué habéis sacado en claro de esta marcha?

Desde el momento en que pasamos Pajares el recibimiento de la gente ha sido fantástico en todas las etapas. Si se dice muchas veces que ser minero es comparable a ser compañero, a ayudar, puedo decir que con toda la gente que he estado desde que salí de Asturias son mineros. Nunca hemos tenido un 'no' para nada, todo fue apoyo, bebida, comida, alojamiento. Independientemente de la bandera que gobernara, de izquierdas o derechas.

¿Y lo más duro?

El día en el que el ministro Soria tuvo la reunión con nuestros interlocutores y nos dijo que pasaba de nosotros. Ese día veías a la gente un poco decaída y abatida. Pero al día siguiente, cuando empezaron a andar, otra vez lo mismo, volvían a renacer la fuerza y el compañerismo. Se ha hecho una piña en esta marcha bestial. Ya no valen las siglas, ya no hay CCOO ni UGT, sólo hay compañeros, sólo hay mineros. En esta lucha no hay disputa entre ambos sindicatos. Cuando hay que organizar algo con respecto a la minería van unidos al 100% porque entre los mineros, rupturas las justas.

'Han borrado de un plumazo la ayuda a la seguridad, y la mina es el trabajo más peligroso que hay'

Caminar tanto tiempo por el asfalto también habrá sido muy duro.

Ha habido gente que ha tenido que abandonar el recorrido con problemas en los pies o musculares. A mucha gente se le ha devuelto al lugar de destino y se traía a otro compañero para acá, de los que estaban de suplentes en los pozos. Otros que no podían andar más se han quedado en la intendencia, ayudando a los compañeros.

¿Tenéis esperanza en que con esta marcha el ministro se siente a negociar los presupuestos de 2012 con los sindicatos?

El ministro tiene que sentarse a recapacitar. Porque el 64% de ayudas públicas al sector que nos va a quitar le va a costar caro, somos muy cabezones. Nosotros sólo queremos lo nuestro, hay una cosa firmada a día de hoy y no se está cumpliendo. Yo quiero salvar el 2012 y más adelante hablaremos de convenios.

¿Y si no hay una alternativa para 2012?

Las minas intentarán seguir abiertas. Pero hay que tener en cuenta cómo afectan estos recortes. La ayuda a la seguridad minera la han borrado de un plumazo. Y la mina es el trabajo más peligroso y que necesita más seguridad. Con ella se pagaba la medición de gases, las instalaciones de seguridad para los mineros, los lavabos. Y han quitado toda la subvención.

¿Sois un ejemplo para el resto de trabajadores?

Nosotros no queremos ser ejemplo de nadie. Nos gustaría que la gente tomase conciencia. Se ataca la Sanidad y no pasa nada, se ataca la Educación y aquí no pasa nada, se ataca casi todo lo público y nadie hace nada. Hasta que llegaron a nosotros, y nosotros sí saltamos. Somos tranquilos, no nos gusta cortar carreteras, no nos gusta venir andando hasta Madrid. Pero nos están obligando. El otro día una niña llevaba un cartel en el que se veía en un lado a un minero picando carbón, y decía 'mi padre se dedicaba a esto', y al otro lado el minero montando una barricada y decía: 'Y por culpa de usted, señor Soria, ahora se dedica a esto'. Esta imagen lo muestra muy bien.

A nadie le gusta enfrentarse con la Policía, pero si te obligan a ello yo no soy el 15-M que levanta las manos. Y con todo mi respeto al 15-M, ellos tienen su forma de lucha y yo la respeto como la mía. Pero yo no levanto las manos, si van a por mí yo voy a por ellos.

'No es un trabajo grato, pese a que muchos nos acusen de cobrar mucho.  tengo compañeros que están bajo tierra picando y cobrando 900 euros'

Algunos insisten en llamaros violentos

Al señor que le estoy cortando la carretera le pido perdón. Pero también le pido que entienda que es mi forma de luchar, la única manera que tengo de conseguir que el conflicto salga en los medios de comunicación. Hasta que no empezamos a cortar carreteras los medios no nos hacían caso y nosotros lo que queremos es que la gente se entere de lo que nos están haciendo. Yo nunca he disparado primero contra la Policía. Ellos me disparan, yo me defiendo.

¿De dónde sacáis esta conciencia de unidad?

Mi abuelo fue minero, mi padre fue minero y yo soy minero, es algo que mamas en casa. Generación tras generación los valores se mantienen. Si le preguntas a mi niño de ocho años qué quiere ser de mayor te dirá minero. Y si le preguntas qué es un minero te dirá que el mejor trabajador del mundo. En 1934 la revolución de Asturias la empezamos los mineros. En 1962 empezaron los mineros también. Y había un lema que decía: 'Hay una luz en Asturias que ilumina España entera, que ya se ha levantado la cuenca minera'. Pienso que esta vez puede ser lo mismo.

¿La mina tiene futuro en España?

La reconversión lleva muchos años fallando estrepitosamente en las cuencas mineras. Muchas empresas que se han creado han existido sólo mientras había subvenciones. Lo único que hacen con los fondos para la reconversión son carreteras para que nos vayamos de allí. No es un trabajo grato, pese a que muchos nos acusen de cobrar mucho. Y esto no es verdad. Yo cobro 1.400 euros trabajando de ayudante de electromecánico en el Pozo María Luisa y tengo compañeros que están bajo tierra picando y cobrando 900 euros. Pero la mina es necesaria para el futuro de las cuencas.

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