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'Okupas' de lujo en La Utopía

36 familias llevan dos meses viviendo en unos ostentosos pisos vacíos de Sevilla

JUAN JOSÉ TÉLLEZ

Decidieron entrar en las viviendas el 17 de mayo, un año después del 15-M. Y siguen reivindicando el espíritu de dicho movimiento asambleario, dos meses después de la ocupación de una promoción de viviendas de lujo en una de las principales avenidas radiales de Sevilla, no muy lejos de San Lázaro y del cementerio de la ciudad.

A juicio de Juanjo García, uno de los portavoces de comunicación de La Corrala La Utopía, hay otras iniciativas relacionadas con el 15-M, como la de la calle Quintana, así como otros casos a los que este movimiento ha prestado ayuda en distintas zonas de la ciudad. Al margen de esa reivindicación política quedan las ocupaciones convencionales y sin ningún tipo de arrope político, como las que se han venido llevando a cabo históricamente en Tres Barrios, Cerro del Aguila o Torreblanca, que han aumentado exponencialmente a medida que la crisis económica ha ido agravándose.

La Utopía es otra cosa. En una misma vivienda, hacen vida comunitaria pero en estancias particulares, 36 familias. Abundan las mujeres, de ahí que hayan adoptado el nombre castizo de Corrala de Vecinas. Una de ellas, guisa en la cocina mientras otras, en compañía de algunos de los hombres que también se han sumado a esta aventura, se ocupan cotidianamente de los niños o de la limpieza, en una situación dura, ya que desde hace al menos tres semanas carecen de suministro eléctrico y de agua corriente.

Días después de que las familias hicieran pública su voluntad de abonar un alquiler social, así como de hacerse cargo del coste del suministro de luz y agua que utilizaban, tanto Endesa como  la Empresa Metropolitana de Agua (EMASESA), procedieron al cierre de ambos suministros básicos para la supervivencia. [En la imagen superior, protesta de las vecinas publicada en su blog https://corralautopia.blogspot.com.es]

Cuando las familias expresaron su intención de pagar alquiler social y gastos, les cortaron el agua y la luzA juicio del alcalde Juan Ignacio Zoido, flamante presidente del Partido Popular de Andalucía, se trataba de no infringir el ‘principio de igualdad entre usuarios',  basándose en el Reglamento de Suministro Domiciliario de Agua de la Junta de Andalucía, que exige para dotar de agua y luz a cualquier vivienda la cédula de primera ocupación, imposible de tramitar careciendo de los títulos de propiedad del inmueble.

Ahora, La Utopía denuncia una nueva campaña de manipulación en su contra, al imputarle, por ejemplo, cortes de suministro eléctrico en el barrio de La Macarena, que niegan en redondo, o que entre los ocupantes hubiesen 'infiltrados', ya que una de las portavoces de la Corrala es Irma Blanco, de 35 años y militante de Izquierda Unida, compromiso que hasta ahora jamás había ocultado, como tampoco escondió que hasta ese momento seguía viviendo con su madre porque se encuentra en paro y sin posibilidad de acceso a un techo propio.

La Utopía es un 'proyecto de vida' que comparten 118 personas

'Como ellas, sin vivienda y sin solución a sus problemas, conviven en la Corrala Utopía un total de 118 personas. La Corrala de Vecinas La Utopía es un proyecto de vida que ha iniciado un grupo humano con distintas sensibilidades y opiniones, con distintas formas de ser y de pensar, y que tienen a sus espaldas las más variadas historias personales', aseguran sus compañeros de Corrala.

Mientras el ayuntamiento asegura que ninguna de las familias ocupantes ha recurrido a los servicios sociales para exponer su problema, los protagonistas de la ocupación niegan la mayor: 'El ayuntamiento tiene en su poder los informes sociales presentados al Defensor del Pueblo que dan fe de los distintos pasos que han dado en los últimos meses e incluso años para pedir ayuda a las instituciones públicas'.

'La ley permite a la banca ser juez y parte para dejar a las personas en la calle', denuncian las ONG

La concejala conservadora Evelia Rincón ha dado a entender que ha sufrido presiones por parte de los ocupantes, pero estos niegan que haya habido amenazas ni insultos. Sin embargo, el PP parece solo a la hora de mostrar su rechazo a esta solución colectiva. A partir del ejemplo de La Corrala de Vecinas La Utopía, diversas ONGs suscribieron hace quince días un manifiesto a favor del derecho a una vivienda digna.

'La situación de las familias andaluzas con hipotecas se agrava con una ley injusta, que permite a la banca ser juez y parte y desahuciar a las personas dejándolas en la calle cuando tienen que elegir entre comer o pagar el recibo al banco', aseveran los firmantes del documento que se muestran críticos en cuanto a las ayudas que recibe la banca y las grandes corporaciones 'en tanto se abandona al pueblo a su suerte'.

Las vecinas tuvieron el apoyo de los antidesahucios del movimiento 15-M

'Las mujeres de la Corrala de Vecinas la Utopía, que ocuparon 36 viviendas, con sus familias, en complicidad con el movimiento antidesahucios del 15-M de Sevilla, están dando un ejemplo de tesón y dignidad. Se han convertido en un símbolo de la lucha social y han abierto una brecha contra la barbarie del poder del capital financiero y la política que no tiene en cuenta a las personas', aseveran. De ahí que hayan reclamado 'la intervención legislativa del gobierno andaluz, en el ámbito de sus competencias, para poner fin al drama de todas las familias que no tienen techo o se están quedando sin él en nuestra tierra'.

Al mismo tiempo, se exige al ejecutivo que preside el socialista José Antonio Griñán que emprenda 'una batalla legal contra el gobierno central para que se regule la dación en pago, con cancelación total de la deuda, en todo el Estado, alineándose y apoyando la ILP que promueven UGT y CCOO, y traslade a la Unión Europea la necesidad de un marco jurídico y económico que ponga fin a la tragedia'. También reclaman a ese mismo gobierno bipartito 'que considere las viviendas que posee la banca en Andalucía un bien social con medidas legislativas efectivas que obliguen a las entidades bancarias a alquilarlas a las familias con necesidades, a precios acordes a sus posibilidades y con el aval de la Junta de Andalucía'.

La precariedad también está provocando que resurja el chabolismo. En Sevilla, la  Federación de Mujeres Gitanas de Andalucía (Fakali) y la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía (Amuradi) han mostrado públicamente su rechazo a que el ayuntamiento haya tomado 'la vía de la expulsión como única alternativa política, sin tomar medidas ni contemplar acciones sociales' en el desmantelamiento del asentamiento chabolista que se encontraba ubicado a la altura del número 33 de la calle Marruecos, en la barriada de San Jerónimo de Sevilla.

A juicio de dichas organizaciones, aunque el chabolismo no es una solución deseable, no se han ofrecido alternativas dignas a los usuarios de dichas infraviviendas que han sido desmanteladas por las denuncias de algunos vecinos agrupados en torno a la plataforma Basta ya de Asentamientos. Más allá de los problemas de convivencia cotidiana, dichas organizaciones ponen el acento en el resurgimiento del racismo anti-gitano, dirigido en gran medida hacia los rumanos.

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