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Moliner advierte de que la reforma laboral puede colapsar el Supremo

El presidente del CGPJ sigue pensado que la reforma raya la inconstitucionalidad pero entiende que en su nuevo puesto no debe decirlo

EUROPA PRESS

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, sigue pensando que la reforma laboral del Gobierno es 'tremenda' y 'raya la inconstitucionalidad', aunque no quiere abundar en sus críticas porque cree que desde su puesto no debe alimentar polémicas. Sin embargo, en declaraciones a la cadena SER, sí cargó contra el sistema de recursos que impone la reforma laboral, ya que entiende que colocará al Tribunal Supremo 'en riesgo de colapso'.

Antes de llegar al CGPJ y cuando presidía la Sala de lo Social del Supremo, Gonzalo Moliner ofreció una entrevista donde dijo que la reforma laboral le parecía 'tremenda y que rozaba la inconstitucionalidad', y este lunes se ha reafirmado en las declaraciones: 'Sigo pensando lo mismo aunque no lo diría porque en mis funciones me tengo que limitar a decir cosas que no pueden crear polémica'.

A su juicio, 'la aplicación de esta reforma está produciendo ya problemas, no tanto por la sustancia sino por el procedimiento. El procedimiento nuevo que se creó hace que el Tribunal Supremo haya pasado a ser un órgano de segunda instancia y al ser así puede correr el riesgo de colapso'.

Por otro lado, Moliner aseguró que todavía no existe 'un proyecto claro' del Gobierno para reformar el Consejo del Poder Judicial. 'Hay una comisión de expertos que ha hecho un trabajo que conozco, tiene algunas variables pero por lo que he leído y he visto, no afecta a las competencias del Consejo', ha añadido.

El presidente del CGPJ ha señalado que 'es mejor y necesario' que los miembros del Consejo sean elegidos por el Parlamento. En este sentido, ha reconocido que discrepa sobre la elección de los miembros del Consejo con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón: 'He hablado con el ministro sobre este tema, hemos discrepado pero no del todo, no puedo decir más, pero a mi juicio el poder judicial es un órgano del Estado y Constitucional que mira por el interés de la ciudadanía y es ella la que tiene que participar y colaborar'.

'El Tribunal Supremo es un tribunal y funciona conforme al Derecho, mientras que el CGPJ es un órgano político que tiene una función principal que es administrar el estatuto de jueces y magistrados, además de defender su independencia, traslados, formación..., es decir, los derechos y obligaciones de jueces y magistrados. Hay otras cosas que se pueden modificar como el sistema de elección o su modo de organización interna, pero la discusión se resuelve con el Parlamento. Mi actuación es de colaboración y de cooperación', ha asegurado Moliner.

Moliner ha dicho contundente que 'el CGPJ no puede ser un órgano partidista'. A su parecer, el problema radica en la 'pugna que ha habido entre las asociaciones judiciales a las que tampoco les corresponde gobernar el Consejo'. 'El problema más que político ha sido ha sido asociativo, pero se ha vendido la politización aunque es verdad que allí se hace política judicial', ha apuntado el jurista.

También señaló que habrá un 'plan de transparencia respecto a los gastos del Consejo' y que lo primero que ha hecho al llegar al cargo es 'borrón y cuenta nueva'. Moliner ha afirmado 'que se ha reducido el presupuesto del Consejo en 12,4% y además hay un acuerdo expreso de que los gastos se van a controlar muy detenidamente'.

Ha matizado que 'se harán públicos en la medida en la que se puedan hacer públicos, es decir, no podemos estar todos los días publicando lo que nos gastamos. En los dos meses que llevo me he gastado 570 euros, pero hay vocales que viven fuera de Madrid, tienen mas gastos y esto se hará con naturalidad'.

Respecto a la dimisión del anterior presidente del CGPJ Carlos Dívar, por hacer uso supuestamente deshonesto del dinero público, Moliner ha recalcado que 'esta noticia deja muy mala sensación en la sociedad española, es muy grave y ha perjudicado a la credibilidad de este organismo y para mí esto no es agradable'.  Sin embargo, el haber llegado a la presidencia después de una dimisión 'no supone nada más que un acicate para seguir trabajando, para que la confianza de los ciudadanos en la justicia aumente y se trabaje por el interés del ciudadano', declaró.

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