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Artur Mas sale al paso de las discrepancias entre los suyos

La reclamación de un Estado propio para Catalunya, sin mencionar la palabra 'independencia', da lugar a tomas de posición diversas que el presidente de la Generalitat de Catalunya intenta difuminar y contrarrestar

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'Las independencias clásicas han pasado a la historia'. Es la expresión que ha elegido este fin de semana Artur Mas para responder a la duda que suscitan los dirigentes de Convergència i Unió cuando afirman una y otra vez su voluntad de conseguir para Catalunya un Estado propio, sin reclamar nunca directa y explícitamente la independencia.

Intenta rebajar las sospechas sobre discrepancias internas en Convergència i Unió en torno al proceso abierto tras la manifestación masiva del pasado 11 de septiembre. Dudas alimentadas, en buena medida, por Josep Antoni Duran Lleida, que el viernes había afirmado que no existe 'una gran mayoría de ciudadanos en Catalunya que deseen un escenario de independencia' y que tampoco él 'imaginaba España sin Catalunya'. Mas asegura, a pesar de esas palabras, que las declaraciones de todos los dirigentes de su coalición van en la misma dirección y que, en cualquier caso, sólo se pueden apreciar diferencias de matiz.

El presidente de la Generalitat explicaba todo eso casi a media noche del sábado, en conexión en directo, en uno de los agitados talkshow de Tele5.

Poco antes se había dado a conocer una encuesta según la cual, en las elecciones del próximo día 25, CiU quedaría, en el mejor de los casos, a tres escaños de la mayoría absoluta del Parlament. Un sondeo que pronostica que el PSC puede quedar con apenas uno o dos escaños más que el PP y que ERC. Artur Mas explicó que lo primero que hará tras las elecciones, si gana, será convocar a los representantes del resto de partidos para hablar sobre la organización y la fecha de una consulta a la población de Catalunya sobre su futuro como país.

Si el gobierno central no autoriza tal convocatoria, propondrá al Parlament la aprobación de una ley de consultas. Y si tal plebiscito no se puede celebrar 'con la legalidad catalana', dijo, 'pediremos amparo internacional'.

Se trata, explica Artur Más, de que Catalunya cambie su estatus político 'sin abandonar Europa'. Que tenga un 'Estado propio', como cualquier otro país europeo, con monarquía o sin ella.

La intervención de Mas también tenía lugar horas después de que se diera a conocer un manifiesto, firmado por profesionales, políticos, profesores, periodistas y personalidades de la cultura, en su mayor parte no catalanes, de perfiles ideológicos diversos, en el que reclaman a todas las fuerzas democráticas la búsqueda de 'un mejor encaje institucional de Catalunya, una financiación más justa y una federalización del deteriorado Estado de las autonomías', al tiempo que señalan que la propuesta de secesión 'augura el desbordamiento a corto plazo del malestar social al que nos viene arrastrando el súbito empobrecimiento y el vértigo de la desesperanza de un número creciente de ciudadanos'.

Los firmantes quieren atender de esta manera la llamada de otros intelectuales y profesionales que suscribieron en Catalunya un llamamiento a favor de la izquierda y el federalismo. Los independentistas, dicen, 'convierten su particular idea de España en el chivo expiatorio sobre el que cargar todos los malestares'. 'Ni Cataluña está sometida a un expolio por parte de España, ni el común de los españoles alberga sentimiento alguno de menosprecio hacia ella', aseguran.

Entre los firmantes se encuentran figuras de trayectoria tan dispar como Juan Goytisolo, Almudena Grandes, Javier Mariscal, Carlos Solchaga o Mario Vargas Llosa.

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