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Mas admite que CiU ya no podrá seguir gobernando sola y tiende la mano tanto a ERC como a ICV

El president de la Generalitat subraya que su coalición ha obtenido más del doble de escaños que la segunda formación en el Parlament y que sería imposible formar un Govern sin la participación de Convergèn

M. D.

El batacazo sufrido por Convergència i Unió ha sido tremendo, pero sobre todo inesperado. Artur Mas y su equipo sabían que probablemente no obtendrían la mayoría absoluta, o excepcional, que han pedido una y otra vez con esta palabra en todos los foros posibles. Pedían incluso votos prestados para una ocasión. Tenían conciencia, eso sí, de que se disputarían buena parte del electorado con ERC, que ha conseguido situarse como segunda fuerza.

A Esquerra dirigió Artur Mas de manera no explícita su principal mensaje de la noche electoral: 'No nos podemos hacer responsables únicos de la gobernabilidad del país'. Aunque también proclamó: 'Somos la única fuerza que pueda liderar el gobierno', ante los militantes y simpatizantes que le esperaban con necesidad de consuelo.

Lo que no explicitó Mas, sí lo hizo el secretario general de CDC, Oriol Pujol, que en los corrillos posteriores al discurso habló claramente de Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya como fuerzas que debían pensar en la necesidad de 'arremangarse', no sólo para hacer posible el derecho a decidir, sino para gestionar el día a día.

Todas las encuestas habían fallado y a los militantes de Convergència les costaba asimilar lo que veían en las pantallas. A medida que avanzaba el escrutinio, desde medios cercanos a Presidencia, se indicaba que el resultado mejoraría. Algo parecido decían desde Unió.

En el hotel Majestic, sede tradicional de seguimiento de resultados por parte de la coalición nacionalista, abundaban las caras largas. De vez en cuando, cuando las pantallas mostraban algún avance en el número de escaños, de 49 a 50, daban breves muestras de euforia, con aplausos y voces en favor de la independencia.

Mas asegura que el proceso para hacer efectivo el derecho a decidir seguirá adelante

Al final, Artur Mas les recordó que, a pesar de los pesares, con los cincuenta escaños obtenidos, habían conseguido una fuerza dos veces y media superior a ERC. Les aseguró que el proceso iniciado para hacer efectivo el derecho a decidir seguirá hacia adelante, que habrá una mayoría de diputados defensores de este derecho y que será necesario ampliar esta mayoría, así como la de quienes creen en la necesidad de que Catalunya tengan un Estado propio.

La gente ha hablado, les dijo, y eso es lo que queríamos. El resultado 'es la voluntad del pueblo de Catalunya', insistió, poniendo en valor desde el primer momento el 'altísimo' nivel de participación, de casi el 70% del electorado. 'La movilización en la calle se ha traducido en movilización en las urnas', remarcó.

A pesar del estado de Ánimo, Artur Mas y su plana mayor salieron al balcón del hotel Majestic para dirigirse a los centenares de personas que esperaban en la calle sus palabras, como ya es tradición.

Mas les explicó que el mal resultado se debe probablemente a que han tenido que gobernar dos años en condiciones difíciles y adversas. Que han tendio que tomar decisiones duras y que eso conlleva desgaste.

En una pancarta se podía leer: 'Te hemos prestado el voto, ahora no te despistes'. Mas la leyó en voz alta y les aseguró que no, y que de su parte pondría todas sus capacidades.

En CDC no saben hasta qué punto la campaña de El Mundo y del Gobierno contra su persona ha podido influir en el resultado electoral.

 

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