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"El IVIMA me quiere desahuciar porque dicen que ensucio las paredes con la bicicleta"

El Instituto de la Vivienda se niega a reunirse con una familia con una orden de desahucio para este viernes, pese a que desde hace meses ella tiene el dinero que le demandaban

LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL

Una mujer, sus dos hijas y una activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) han pasado la mañana y siguen esperando en las oficinas del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) para intentar reunirse con alguien para solucionar su problema: tienen una orden de desahucio para este viernes y, pese a haber traído el dinero que les exigían para evitarlo, nadie quiere reunirse con ellas.

Juana Madrid vive con sus dos hijas, de 17 y 21 años, en una casa de protección oficial situada en el madrileño barrio de Orcasur. El 12 de abril de este año le llegó una terrible noticia. El IVIMA le hizo saber que, debido a los impagos, iba a ser desahuciada. Pero estaban dispuestos a negociar a cambio de que ella entregara el 25% de la deuda, 2.500 euros.

En pocos días, y gracias a la ayuda de sus seres queridos, Juana consiguió juntar la cantidad. 'Cuando vine con el dinero al poco tiempo me dijeron que era una persona conflictiva en el vecindario y que ese era el motivo por el que me echaban de la casa', comenta Juana a Público desde la oficina, donde han pasado la mañana esperando. Ella no se dio por vencida y en pocos días consiguió las firmas de la práctica totalidad de los vecinos para acreditar que no era verdad que fuese 'conflictiva'.

Entonces, 'me dijeron que estropeaba las paredes con la bicicleta y que por eso me echaban. Eso no es verdad, cualquiera puede ir a verlo'. Así, fueron pasando los meses y ella seguía sin obtener respuestas. El 21 de noviembre le dijeron que podía haber acuerdo y que ya se podrían en contacto con ella para que entregara el dinero. Pero, una vez más, no se pusieron en contacto con ella.

Pese a tener el dinero que le piden, nadie en el IVIMA accede a reunirse con Juana

Este martes, a tres días del lanzamiento, se presentó en las oficinas y dijo que de ahí no se iba hasta que le dieran una respuesta. Tuvieron que acudir varios agentes de Policía para sacarla del IVIMA bajo la promesa de que todo se iba a arreglar. Y hoy se han vuelto a presentar allí con el dinero. Después de toda la mañana esperando, se han negado a recibirla.

Juana había conseguido recientemente un trabajo, con lo que su situación mejoraba, también a la hora de negociar con el IVIMA, pero 'por venir aquí a intentar negociar he faltado. Mi jefa ha llamado y me ha dicho que si no voy ahora me van a despedir'. Teme que al final se quede sin casa y, por intentar impedirlo, también sin trabajo.

'Ya no saben que escusa inventar. Lo que quieren es echarme de la casa para venderla a más precio' dice. Desde la oficina, de donde no pretende irse hasta que le den una solución, Juana cuenta que no tiene donde ir: 'es mejor que no me echen porque si no voy a hacer algo, estoy desesperada'.

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