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Díaz Ferrán 'regaló' por 3.060 euros los derechos sobre 1.100 millones de dólares

Vendió a Angel de Cabo Viajes Marsans por esa 'ridícula' cantidad estando pendiente de rescatar millones por la expropiación de Aerolíneas Argentinas

ANDRÉS MUÑIZ

Gerardo Díaz Ferrán y su exsocio Gonzalo Pascual (ya fallecido) vendieron Viajes Marsans a Angel de Cabo el 9 de junio de 2010 por 3.060 euros, despojándose así por esa ridícula cantidad de los derechos sobre el crédito indemnizatorio de 1.100 millones de dólares por la expropiación de Aerolíneas Argentinas.

Esta es una de las maniobras que investiga el juez Eloy Velasco en el sumario contra el exjefe de la CEOE, a quien acusa de diseñar una estrategia junto a Pascual para simular insolvencia patrimonial y eludir el pago de una deuda superior a 400 millones de euros que tenían contraída con decenas de acreedores.

El mecanismo: traspasar su grupo empresarial y sus derechos, así como su patrimonio personal y familiar, al entramado societario de Angel de Cabo, experto en 'liquidar' empresas en crisis y, presuntamente, en blanquear el dinero obtenido mediante los delitos de alzamiento de bienes

A cambio, De Cabo pactó pagarles 100.000 euros a ambos al mes en dinero negro hasta alcanzar la cifra de 8 millones de euros, según señala el juez en los autos en que envía a prisión a Díaz Ferrán y al 'liquidador' bajo fianzas históricas de 30 y 50 millones de euros, respectivamente. Ambos han cumplido este miércoles una semana en la cárcel de Soto del Real, junto a otros cinco implicados en la trama.

La venta de Viajes Marsans por la birriosa cantidad de 3.060 euros figura relacionada en la querella elaborada por el despacho de abogados Ashurst en representación de cuatro grandes acreedores de la empresa, a quien dejó de pagar 45 millones de euros (Meliá, AC Hoteles, Pullmantur y Orizonia).

La querella dió origen al sumario, actualmente declarado secreto, y a la investigación de la Policía que ha corroborado con numerosos indicios las irregulares operaciones.

La clave para la acusación es que Díaz Ferrán, en lugar de promover una ejecución ordenada de su patrimonio personal mediante un concurso voluntario, empezó a desprenderse de todo su patrimonio empresarial a favor de un tercero --Posibilitum Business S.L., de Angel de Cabo--, incluyendo no sólo activos y empresas insolventes, sino también sociedades solventes cuya ejecución hubiese permitido el cobro por los acreedores.

El resultado fue que, el 9 de junio de 2010, quince días antes de la entrada en concurso de Viajes Marsans, Díaz Ferrán y Pascual vendieron Teinver --dueña del capital de la empresa-- a Posibilitum, mediante la tranmisión de la totalidad del capital social que ellos mismos ostentaban de las mercantiles Parihol Inversiones, Holdisan Inversiones, Transportes Aura y Empresa Mancomunada de Transporte, titulares a su vez del total del capital de Teinver. El precio conjunto de la compraventa: 3.060 euros, similar al coste de una Vespa.

La operación se cerró por ese dinero pese a que, en el mismo mes de junio de 2010, Teinver, junto a otras dos empresas de Díaz Ferrán y Pascual también enajenadas a De Cabo (Transportes de Cercanías y Autobuses Urbanos del Sur) eran titulares de un crédito indemnizatorio frente al Estado de Argentina por la expropiación de Aerolíneas Argentinas que ascendía a 1.100 millones de dólares.

Así se reflejaba en la demanda arbitral presentada el 29 de septiembre de 2009 ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que está aún pendiente de resolución en Washington, y que, según manifestaciones de Angel de Cabo, pasó a ser defendida por Posibilitum.

La Administración concursal de Marsans, en los informes también obrantes en la causa que instruye el juez Velasco, determinó que las deudas de Díaz Ferrán y Pascual frente a sus acreedores superan los 400 millones de euros, teniendo el primero un déficit patrimonial de 413 millones de euros, y el segundo (antes de su fallecimiento), de 352 millones.

A los mayores acreedores tampoco les cuadraba, según destacaron en la querella, que Posibilitum fuese un comprador real, ya que es una empresa que se constituyó en febrero de 2009 con tan sólo 60.120 euros de capital social, que no justificaba comprar empresas que facturaban centenares de millones de euros, máxime si no tenía ninguna experiencia en el sector turístico sino un objeto social amplísimo que incluía el comercio de animales domésticos y exóticos.

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