'Maite Molina IU, puedes irte a morirte también, o si no te irás a la fosa dentro de un tiempo, estarás pudriéndote entre cal viva'. Justo cuando la actuación que deberían ejercer las fuerzas de seguridad en las redes sociales se encuentra en el centro del debate mediático, la Fiscalía de Granada ha decidido que en este comentario que un neonazi dirigió a Maite Molina, edil de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Granada, no existe la 'incitación al odio'.

Tal y como informa el periódico Ideal, el Ministerio público solo aprecia que el joven de ultraderecha, que según la investigación policial 'adopta una clara y patente simpatía por la ideología nazi, manteniendo contactos con personas de esta ideología en los que evidencia animadversión por colectivos y grupos de ideología contraria', habría incurrido en un delito de injurias graves emitidas con publicidad. Este tipo actos se castigan con multas. 

Maite Molina denunció los hechos ante la Policía Nacional en junio de 2012. La investigación pronto señaló a un sospechoso, un joven asturiano de ideología radical residente en Asturias, sin ningún tipo de relación previa con la edil de IU. En septiembre de 2013, la Fiscalía Provincial de Granada decidió abordar el caso con una mayor atención que el juicio de faltas en el juzgado de Paz del pequeño municipio de Nívar, donde reside la edil, al que estaba destinado en un principio.

Fue uno de los primeros procesos abiertos por comentarios de odio en las redes sociales. No obstante, dos años después de los hechos el Ministerio Público no cree que los comentarios del joven estuvieran motivados por el cargo de Maite Molina, sino solo por su 'adscripción política e ideológica', lo que convierte en un 'proceso privado' en el que no puede intervenir.

Maite Molina y su abogado acusan al sospechoso de injurias, por lo que tendrá que sentarse en el banquillo a pesar de la decisión de la Fiscalía.