El presidente del Gobierno no se reunirá con el de la Generalitat, al menos de momento, ha informado la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El Ejecutivo, según su número dos, considera que sigue trabajando por los catalanes y su bienestar, que es de lo que se trata. Sáenz de Santamaría ha puesto como ejemplo los cinco millones que el Gobierno destinará al Gran Teatro del Liceu de Catalunya. 

La portavoz del Gobierno, además, ha rechazado las críticas del resto de partidos -particularmente del PSOE- que reivindican 'más política' en el asunto catalán y menos querellas, en referencia a la interpuesta por la Fiscalía General del Estado contra Artur Mas por cuatro delitos en el 9-N. '¿Qué ocurriría si los ciudadanos dejaran de cumplir las leyes porque consideran que el Gobierno tiene que hacer más política?', ha advertido la vicepresidenta, que ha añadido que no existe 'contraposición' entre ley y política.

'Todos podemos hacer política, pero hay que hacerla en el marco de la ley', ha aseverado Santamaría'Todos podemos hacer política —ha subrayado la número dos del Ejecutivo—, pero hay que hacerla en el marco de la ley' y ha recordado que, si se quiere cambiar la ley, la modificación se haga en el 'marco' que la misma ley contempla.

El Gobierno sigue insistiendo en que nadie presiona a la Fiscalía General del Estado sobre lo que hace o debe hacer. El papel del Ejecutivo termina en la elección del fiscal general de Estado, que a partir de entonces, hace su trabajo de forma 'independiente', ha asegurado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Al respecto y ante las varias preguntas de la prensa, también se ha pronunciado sobre este asunto la vicepresidenta: 'El Gobierno hizo su trabajo, pero la Fiscalía trabaja con imparcialidad. (...) Este Gobierno nunca ha pedido explicaciones a la Fiscalía sobre si va o no a recurrir', ha concluido tratando de zanjar la polémica.