Seis mujeres han muerto de media en circunstancias machistas, con una cadencia angustiosa, cada mes de 2010. Hasta 71 víctimas. La primera, a las 52 horas de empezar el año. Una mujer de 45 años fue asesinada por su marido en El Cuervo (Sevilla). El asesino confeso del primer crimen machista de 2010 no había sido denunciado antes. El último, sí. Yolanda, de 24 años, llamó la atención de la Policía varias veces por las amenazas que recibía. De nada sirvió.

Pese a que la cifra de muertes por violencia de género no tiene freno, la igualdad de sexos ha tenido una buena noticia en 2010. El 5 de julio entró en vigor la nueva Ley del Aborto. Las mujeres pueden interrumpir su embarazo libremente hasta las 14 semanas. Desde 1983 era preciso argumentar alguna condición para que la mujer no fuese considerada una delincuente. El PP mantiene vivo el debate con un recurso en el Tribunal Constitucional.

Ha sido un mal año para viajar. Los transportes se han visto alterados por temporales, huelgas y fenómenos naturales. El año terminó con el ejército en las torres de control de los aeropuertos después de que los controladores se ausentasen de manera masiva de sus puestos de trabajo. Muchos de los usuarios de los aeropuertos se han cargado de paciencia. A los temporales invernales de principio y final de año se sumó el 15 de abril la explosión del volcán islandés de nombre impronunciable: Ejyafjalla. La nube de cenizas canceló miles de vuelos en Europa.

El 9 de marzo, una nevada paralizó Catalunya. Barcelona se colapsó y el corte de la luz en Girona dejó 200.000 afectados. La ineficacia de las compañías eléctricas junto a la gestión de la Generalitat desesperó a ritmo de apagón. En Madrid, la huelga del metro del 29 de junio obligó a buscarse la vida a dos millones de viajeros. Trabajadores en su mayoría indignados por la falta de acuerdo entre los trabajadores del transporte y la Comunidad de Madrid que propuso unos servicios mínimos del 50%.

Madrid y Barcelona protagonizaron varios episodios de intolerancia con lo diferente. Vic saludó el año electoral endureciendo el empadronamiento para los sin papeles y Lleida prohibió el burka en mayo pese a que apenas hay siete mujeres que lo usen en la ciudad. El fuego contra el burka fue alimentado por el PP en toda España, pero fracasó al intentar su prohibición en el Congreso. En Madrid, la convivencia religiosa explotó en abril en un colegio de Pozuelo. Najwa, una alumna musulmana de 4º de ESO, se vio obligada a dejar el colegio porque prohibieron el uso del velo.

El Gobierno tuvo la oportunidad de zanjar el debate con el impulso de la ley de libertad religiosa. Pero renunció a avanzar en el Estado laico constitucional por 'falta de consenso suficiente', según avanzó Público el 30 de agosto. La visita del Papa en noviembre tampoco ayudó. Ratzinger aterrizó el 8 de noviembre en son de guerra contra el 'laicismo' de los años treinta que a su juicio vive España. Visitó Santiago y Barcelona con menos seguimiento popular del esperado. Días después admitía el uso del preservativo para evitar contagios por sida.

No se supo si Ratzinger comprobó que España no es la de los años treinta, pero no lo es en múltiples asuntos. Uno de ellos es la afición por el toreo. La decadencia de los toros en Catalunya llevó a su prohibición un histórico 28 de julio. El debate inundado de contradicciones fue escuchado en todo el mundo. Las asociaciones protectoras de animales fueron las claras vencedoras.