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La escuela no quiere Ciudadanía en inglés

Profesores, padres, directores y estudiantes se quejan de la burla de la Generalitat Valenciana

BELÉN TOLEDO

'Dar Educación para la Ciudadanía en inglés es imposible porque los niños no lo entienden. Además es una burla porque están utilizando la educación como arma política contra el PSOE'. Con esta frase, Victoria, profesora en el instituto de la localidad valenciana de Picassent, resumió el jueves por la noche el sentir de los cientos de profesores que se reunieron para acordar un calendario de protestas contra la política educativa de la Generalitat valenciana.

Durante la asamblea, docentes llegados de decenas de centros de la provincia de Valencia aportaron ideas sobre la mejor manera de encauzar las movilizaciones. Entre las propuestas, hacer concentraciones en la puerta de los centros a la hora del recreo o elaborar un vídeo explicativo de las razones de la protesta para difundirlo entre los docentes. Hubo también quien hizo una llamada a aquellos que están impartiendo las clases en castellano o en valenciano a que hagan pública su actitud.

La conclusión más inmediata del encuentro fue la convocatoria de una manifestación el próximo lunes en Valencia, Castellón y Alicante. En las semanas siguientes se convocarán concentraciones y actos en las comarcas. El 29 de noviembre habrá una gran marcha en la capital. También se contempló la posibilidad de hacer una huelga. “Pero, de momento, veremos cómo responde la comunidad educativa a estas convocatorias”, explicó Ferran García, de CCOO.

Los profesores no son los únicos que protestan. Todos los actos están convocados por la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, compuesta por padres y sindicatos, y apoyada por el Sindicato de Estudiantes, por la asociación de Directores ADIES y el colectivo de inspectores educativos ADIDES-PV. Todos afirman que la inmensa mayoría de la comunidad educativa está en contra de la decisión de la Conselleria. La Generalitat lo niega y asegura que 'el seguimiento real es mínimo'.

La última novedad en este panorama de protestas ha llegado de la Universidad de Valencia. La Escuela de Magisterio ha hecho público un comunicado en el que expresa su 'preocupación por el comportamiento de los responsables del sistema educativo'. En el texto recuerdan que Ciudadanía sirve, según la ley autonómica, para que los alumnos 'aprendan a exponer sus opiniones y juicios' 'No parece lo más adecuado que para ello se utilice el inglés', añade.

El conflicto arrancó en septiembre de 2007, cuando el Gobierno autonómico, del PP, ordenó que la asignatura se impartiera en inglés. El anuncio llegó después de meses en los que este partido mostró su oposición a la materia. El PP refrendó esta opinión en un comunicado hace poco más de un mes.

Los representantes de la comunidad educativa valenciana entienden por ello que la Generalitat trata de boicotear la asignatura. La Conselleria de Educación lo niega y sostiene que es una materia adecuada para que los niños practiquen el idioma. Para llevar la orden adelante se ha llegado a imponer la presencia de dos profesores en clase: uno de Ciencias Sociales para organizar los contenidos y otro de inglés para traducirlos.

La cafetería del instituto Luis Vives registró el miércoles por la noche un lleno inusual, si atendemos la hora a la que se produjo. Desde las 9 hasta pasadas las 11, se juntaron las mesas del local para albergar a padres, profesores, equipo directivo y alumnos. Juntos, celebraron un encierro simbólico para mostrar su oposición a la decisión del Gobierno autonómico valenciano de impartir la materia Educación para la Ciudadanía en inglés. “Muy bien montado no está”, reflexionó Joan, uno de los estudiantes presentes. Está en 2º de ESO, el curso al que corresponde la asignatura. “En la clase, cada uno tiene un nivel de inglés. Yo, por ejemplo, no entiendo nada porque estudio alemán de primera lengua extranjera. Otros entienden algo más”, se lamentó. Después de la cena, hubo talleres, como el que montaron dos docentes junto a un grupo de alumnos: en la clase de Informática, crearon un blog para poder expresar sus opiniones. Los profesores aprovecharon para celebrar una asamblea, en la que se discutieron las medidas más adecuadas para encauzar la oposición a las órdenes autonómicas. “La conclusión fue que lo mejor es seguir con actuaciones como ésta, e ir implicando a toda la comunidad educativa”, resumió Josep Lluís, jefe de estudios del centro. Todos insisten en que el conflicto por la asignatura es sólo el detonante de las protestas. “Nos estamos quejando también por temas más importantes”, resumió la directora, Carmina Valiente. “Faltan medios en la escuela pública, que se está degradando de forma intencionada”. El del miércoles en el Luis Vives no fue el primer encierro: la semana pasada, varios centros hicieron este mismo gesto. 

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