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Despidos en el Gregorio Marañón un mes después del caso Ryan

El hospital echa a cinco sanitarias de neonatos por falta de experiencia y capacidad profesional

DIEGO BARCALA

El Hospital Gregorio Marañón de Madrid rescindió el pasado viernes el contrato de cinco empleados de enfermería del servicio de neonatología y pediatría por 'no haber superado el periodo de prueba'. Los cinco sanitarios despedidos no podrán trabajar en la Comunidad de Madrid en los próximos seis meses. Fuentes del hospital aseguran que se les achaca 'falta de experiencia y capacidad profesional' para trabajar en ese departamento. El pasado 12 de julio, una enfermera cometió presuntamente una negligencia que acabó con la vida de Ryan, el hijo de la primera víctima de la nueva gripe en España.

Los cinco sanitarios tenían un contrato de tres meses para reforzar los turnos de enfermería en verano. El hospital se acoge a que la contratación cuenta con un periodo de prueba de tres meses. Los despedidos trabajaban en el turno de noche de la UCI de neonatos y pediatría sin experiencia previa en ese departamento. Los sindicatos aseguran que un informe de su supervisor les acusa de no saber siquiera 'calcular las dosis'.

'Si fuera así nos habríamos cargado a un niño el primer día porque en esta unidad todo se mide en mililitros', lamenta una de las enfermeras expulsadas. Prefiere no decir su nombre para no contribuir a manchar más su currículo. 'Si se arrepienten de haber puesto a gente sin experiencia en un sitio tan delicado podían optar por un simple traslado de unidad', añade.

Fuentes que han tenido acceso al informe que desaconseja su continuidad creen que este caso deja al descubierto la mala gestión del servicio de enfermería del hospital. 'La solución no es despedir sino hacer contratos largos y tutelar a los recién salidos de la facultad porque en algún momento tendrán que aprender', señala una veterana enfermera.

'Se les ha expulsado de un día para otro sin ninguna explicación. Les han dejado en total indefensión con un informe que sólo incluye opinión de un jefe, no ha habido evaluación de los compañeros', señalaron fuentes sindicales.

El caso Ryan dejó en evidencia la falta de personal de enfermería en los hospitales madrileños. La enfermera acusada de haber provocado con una negligencia la muerte del bebé cometió el error en su primera experiencia en la unidad. El informe de la Comunidad de Madrid dijo que la enfermera inyectó leche al niño por vía intravenosa en lugar de por vía nasogástrica. La dirección del hospital la apartó de inmediato de su lugar de trabajo provocando un gran malestar entre el personal hospitalario. Los despedidos creen que la gerencia del centro ha tomado represalias con ellos por el apoyo a su compañera expulsada.

'Ahora se mira con lupa a los novatos', afirman desde CCOO. Las enfermeras reclaman mayor formación para el personal que comienza a trabajar. 'Reclamamos desde hace 25 años que se especialice a las enfermeras porque no es lo mismo tratar a un neonato que a cualquier otro enfermo. Igual que un médico también necesita un periodo de especialización tutelada'.

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