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Aguirre cumple... y no se calla

Reivindica el papel de San Gil y advierte que Rajoy es el presidente del PP 'por el momento'

 

M. J. GÜEMES

Del “no me resigno” ha pasado al “no me callo”. Esperanza Aguirre ya lo advirtió durante el XIV Congreso del PP de Madrid del pasado fin de semana: “Voy a llamar al pan pan y al vino vino”.

Dando muestras de su poderío, la lideresa piensa hablar de todo. Del aborto, de la Memoria Histórica, de la eutanasia... Mientras Mariano Rajoy prefiere eludir polémicas, ella no va a “rehuir ningún debate”. Su consigna: “El tiempo del relativismo moral ha terminado”. La presidenta de la Comunidad no renuncia a ser un referente en la escena política nacional y menos aún en su partido.

Por eso mismo no sólo va a opinar sobre lo que sus adversarios le planteen. Tampoco va a tener reparos a la hora de referirse a lo que ocurre en el interior de su casa política. Ayer, dio pruebas de ello. En dos entrevistas, una a Onda Cero y otra a Telecinco, volvió a la carga.

Afirmó que “por el momento” los miembros del PP han elegido a Rajoy como presidente del partido. Aunque mantuvo que “todos” están para apoyarle, el matiz no se le escapó a nadie. El Congreso de Valencia la dejó tocada, pero no hundida. Y los suyos saben que antes de las próximas elecciones generales habrá una nueva cita, en el 2010, que será decisiva. Y es que si hay un lugar donde se refugia la oposición de Rajoy, a la espera de ver lo que ocurre en las vascas, gallegas y europeas, ese es, sin duda, el PP de Madrid.

Renuncia de San Gil

Otro de los temas que abordó sin tapujos fue la marcha de María San Gil. Aguirre volvió a reivindicar su figura. Un día después de que la dirigente vasca hiciese oficial la renuncia a su acta parlamentaria, Aguirre contó que habían hablado y que “cuando alguien como ella toma una decisión hasta sus últimas consecuencias, por lo menos hay que respetarla”.

Mientras Rajoy no se pronunciaba y Soraya Sáenz de Santamaría señalaba que su partido jamás perdería su “espíritu”, Aguirre iba más allá lamentando su perdida: “Somos muchísimos los que la echamos de menos. Yo diría que el 80 o el 90 por ciento y muchos otros ciudadanos que no son de ningún partido, que la admiran”. Para que Rajoy, que busca ganar votos en otras formaciones, sepa bien lo que se pierde.

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