La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reiteró este miércoles durante el Debate del Estado de la Región en la Asamblea de Madrid algo que ya dijo también ayer, que hay que replantearse el actual Estado autonómico.

En su réplica al grupo parlamentario de UPyD Aguirre insistió en que 'España no se puede permitir el lujo de tener 17 miniestados porque no podemos pagarlo'. Recalcó que 33 años después de la formación del estado de las Autonomía se ha demostrado que Catalunya y Euskadi  'no se sienten mejor integradas' en España, como dice que se propusieron en su momento los constituyentes 'llenos de buenas intenciones'.

Aguirre hizo estas nuevas declaraciones un día después de la gran manifestación en favor de la independencia de Catalunya que ayer, martes, colapsó las calles de Barcelona con un millón y medio de personas. Para la presidenta madrileña a manifestación de la Diada en Barcelona es una 'demostración clara de que en Cataluña y en el País Vasco no se sienten más cómodos en España ni con el paso del tiempo ni con la mejora de su grado de autonomía'.

Así que Aguirre cree que en España 'habría que replanteárselo todo', pero no explicó en qué dirección. En todo caso, la conservadora dijo que no se trata de una competencia que le corresponda. 'No es mi competencia ni es lo que toca hablar en este debate, sino que corresponde al Congreso de los Diputados', concluyó la dirigente conservadora.

Ayer, en el primer día del debate sobre el Estado de la Región , Aguirre ya 'vendió' ese discurso, argumentando que no hay dinero para financiar el actual modelo de Estado: 'España necesita menos estructuras estatales, autonómicas, municipales y burocráticas. España necesita un Estado fuerte y eficaz que se ocupe de materias que le son propias y que no se inmiscuya en materias que son competencia de los ciudadanos. Por eso, para reducir estructuras superfluas y para reducir el número de políticos, propuse y sigo proponiendo una revisión a fondo de nuestro Estado autonómico'.

No es la primera vez que Aguirre plantea la recentralización de algunas competencias autonómicas. Un compromiso ambicioso que ni mucho menos ha asumido su jefe de filas, Mariano Rajoy.