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Las andanzas por España del mayor capo de la Camorra

Una operación policial en Italia revela que el jefe del clan Polverino' vivía oculto junto a su novia en Tarragona

Ó. LÓPEZ-FONSECA

En la mafia italiana hay una norma no escrita que prohibe a sus miembros reunir bajo un mismo techo a sus esposas e hijos con aquellas mujeres con las que mantienen relaciones sentimentales estables mientras permanecen huídos. Una regla que también rige para los capos, incluido el considerado actualmente como el más importante jefe de la Camorra (la mafia napolitana), Giuseppe Polverino.

La operación Polvere, desarrollada el 3 de mayo en Italia contra el clan de este mafioso, no sólo permitió detener a 40 miembros de su organización, entre ellos dos políticos, sino descubrir que el capo que finalmente no pudo ser localizado y arrestado ha permanecido años oculto en una chalé de la provincia de Tarragona, donde vivía con su novia brasileña y con el hijo pequeño de ambos.

El chalé donde vivía fue comprado por un candidato del partido de Berlusconi

La operación policial que ha permitido descubrir su paso por España se inició en 2007 en Italia, aunque recibió el impulso definitivo el 3 de diciembre de 2009, cuando agentes de la Unidad Centro Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvieron en L' Hospitalet de L' Infant (Tarragona) a Domenico Verde, lugarteniente de Polverino y uno de los responsables del clan de hacer llegar a Italia, a través de la Península, grandes alijos de hachís.

Tras ser entregado a las autoridades de Roma, Verde se convirtió en un arrepentido y comenzó a colaborar con la justicia, a la que dio numerosos detalles de la organización tanto en su país como en España. Entre esos datos, que su jefe pasaba en la Costa Dorada largas temporadas. Se iniciaba así una larga investigación de año y medio que desembocó en las detenciones de mayo, así como la intervención de bienes controlados por el clan por valor de varios centenares de millones de euros. Entre ellos, numerosos inmuebles en la costa española.

Sus lugartenientes acudían a España a llevarle dinero y jugar al póquer con él

Uno de ellos, el chalé con piscina situado en el término municipal de Coma-Ruga (Tarragona), donde Polverino residía con su compañera sentimental, Kelly, una brasileña de 36 años. Según reveló el mafioso arrepentido, el capo había adquirido el chalé utilizando de testaferro a Armando Chiaro, miembro del partido de Berlusconi que cuando fue arrestado en mayo era candidato en las elecciones locales de Quarto, un municipio cercano a Nápoles. Según el arrepentido, Chiaro viajaba a España para recibir instrucciones de Giuseppe.

El chalé de Coma-Ruga, que Polverino supuestamente abandonó tras la detención de Verde, no era, sin embargo, el único inmueble en poder del clan en Tarragona, la provincia española, junto con Málaga, donde se asentaban la mayoría de los jefes de la organización desde 1989. Otro de sus hombres de confianza, Salvatore Spassiano, detenido en la operación, estaba edificando un complejo de 25 chalés en la zona. Uno de ellos iba a ser para el capo, quien había pedido la construcción de un zulo camuflado bajo la vivienda para esconderse si la Policía acudía a detenerle.

Sus hombres debían abastecerle de agua mineral española cuando iba a Italia

Fueron precisamente las conversaciones telefónicas intervenidas a la mujer de Spassiano, Maria Luisa L., las que revelaron a los investigadores italianos la hogareña vida que el capo llevaba cuando estaba en España. Del chalé sólo salía para hacer la compra o dar instrucciones a alguno de sus hombres. El resto del tiempo lo pasaba en la vivienda, donde acudían frecuentemente Spassiano y otros lugartenientes, como Luigi Mele y Ciro Manco también detenidos en la operación, para llevarle dinero en efectivo y jugar con él largas partidas de póquer. La mujer de Spassiano se quejaba a su hijo en una de estas llamadas que Polverino obligaba a sus hombres a jugar durante horas 'sin levantarse ni para comer' y que, además, le tenían que dejar ganar: 'Vive de lo que les saca'.

En otro pinchazo, realizado, este a dos miembros del clan, los Carabinieri descubrieron una curiosa obsesión del mafioso: beber únicamente una determinada marca de agua mineral que sólo se vende en España. En la conversación, los mafiosos discutían cómo hacer llegar una partida de botellas de esta marca a Nápoles para un próximo viaje de su jefe.

Giuseppe también era aficionado a celebrar fiestas familiares en la vivienda de Tarragona, donde acudían sus hombres de confianza con sus mujeres e hijos, según han revelado fotos y vídeos intervenidos en la operación Polvere. En ellas, el capo se convertía en un hombre jovial que, incluso, se dejaba fotografiar con una corona de juguete. Eso sí, a estas fiestas nunca iba ni su mujer, Filomena S., ni el hijo ya adulto que tenía con ella. Cuando este lo visitaba en España, se alojaba en otra casa y nunca coincidía con la novia de su padre. Es la ley mafiosa.

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