Puede sonar irreal, pero no es tan fácil saber qué línea política ganó ayer en la IX Asamblea Federal de IU. Al menos, la letra pequeña. Otra cosa es la traducción política, la 'victoria clarísima' que se atribuían sin matices los gasparistas y la Nacional II.

La reedición, con matices, de la estrategia y las alianzas políticas asentadas durante los últimos ocho años. Es decir, una 'IU abierta a la sociedad, sin dogmas, menos ideológica y más pragmática, desnuda de ortodoxia', explicaban anoche dos miembros de la N-II.

Conocer todos los detalles de ese acuerdo resulta complejo, en buena medida por las dificultades del procedimiento. Ayer entraron en las comisiones tres documentos políticos, 500 enmiendas parciales y varias de totalidad. Y, por otro lado, dos textos de estatutos. Los ponentes debían trabajar, pues, con una marea de letras. Tras su paso por el plenario -al cierre de esta edición aún no había concluido-, será una comisión redactora la que trate de encajar todas las piezas de un complicado puzle.

'No nos dio tiempo a sentarnos y pactar, pero los delegados, de forma natural, han ido avalando la línea lógica, la aperturista, la no endogámica, la que mira hacia fuera. ¿Es una revalidación de la política de los últimos años?', resumía un dirigente de la N-II. 'Pues sí, aunque hemos incorporado todo el corpus de crítica anticapitalista y de modelo económico que postulaba el PCE'. Con respecto a las relaciones con el PSOE, IU ha suscrito 'la laicidad'. 'Vamos, no pelearnos con los socialistas. Si coincidimos en medidas, vale; y si no, nos enfrentamos'.

Entre los gasparistas se observaban caras de alivio. 'Al menos esto lo hemos ganado', comentaba con una franca sonrisa un miembro de la ejecutiva saliente. Desde el PCE reconocían la derrota en algunas votaciones sustanciales, como la de aspectos estatutarios. Pero insistían en que la situación de ayer debía verse como 'empate técnico'. 'Hemos aprobado el buenismo, que no haya documento', sentenciaba ayer uno de los conocidos dirigentes del PCE.

La confusión de la tarde no empañó el pacto de la mañana sobre la Declaración de Rivas, votada por 606 votos a favor, 16 en contra (uno de Julio Anguita) y 51 abstenciones. Un arranque sin tensiones. 

1. Frente a la crisis // La Declaración de Rivas se planteó como análisis de coyuntura, no como informe de gestión de la cúpula saliente. En él, IU se fija como meta organizar el descontento social para intentar articular un modelo económico y social distinto. Para ello se plantea promover mil actos públicos por toda España.

2. Sahara y Palestina // Hoy se pactarán varias resoluciones de cierre. Entre ellas figura una en la que IU hace suya la causa de los pueblos saharaui y palestino, con quienes comparte “sus aspiraciones”, y expresa su solidaridad con el cubano y su Gobierno.

3. Aborto y muerte digna // Como ha venido defendiendo en los últimos años, IU apuesta por una ley de plazos para regular el aborto y defiende la muerte digna entendiendo que “la vida es un derecho y no un deber”.

4. Laicidad // IU reitera su apuesta por la laicidad y la reforma de “los acuerdos con la Santa Sede”.

5. Memoria histórica // IU apoya a Garzón en la memoria, y propone la reconversión del Valle de los Caídos en un centro de interpretación de la represión de la dictadura franquista.