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Auge de los matrimonios de conveniencia

O.L.F.

Los papeles de residencia no tienen precio para un inmigrante irregular. ¿O sí? La policía ha desmantelado en los últimos años numerosas redes especializadas en organizar matrimonios de conveniencia para que extranjeros sin posibilidad de regularizar su situación en España lo consiguieran. Estos llegan a pagar hasta 12.000 euros por ello.

'Cada vez es más habitual este tipo de fraudes', reconocía ayer a Público un mando de la Brigada Central de Extranjería, que resumía en pocas palabras cuál era el perfil de los ciudadanos españoles, hombres y mujeres, dispuestos a participar en estos enlaces: 'Normalmente son drogadictos o gente marginal, a quienes las redes pagan a veces con unos pocos cientos de euros'.

En el último año, la policía ha dado a conocer varias operaciones contra estas tramas. La última permitió desmantelar el pasado verano a un grupo que se dedicaba a concertar bodas blancas en el registro civil de Rubí (Barcelona). El grupo, que cobraba 3.000 euros a los sin papeles, contaban con la colaboración de una funcionaria del propio registro.

En abril le tocó el turno a una red que organizaba estas bodas en parroquias de Mallorca. Captaba a españolas en Valen-cia y, a cambio de 1.500 euros, las trasladaba a las Illes Balears para casarlas con hindúes. La banda proporcionaba certificados de bautismo falsos a los sin papeles para que los sacerdotes no pusieran objeciones a los matrimonios. Varios integrantes de la red fueron detenidos cuando asistían como testigos a una de estas bodas.

Hace ahora un año, era desarticulada una red en Madrid especializada en regularizar la situación de narcos colombianos. La trama era dirigida por una mujer, apodada Claudia, que se encargaba de comprar hasta los anillos de boda y la ropa para que los contrayentes acudieran a la ceremonia correctamente vestidos y no levantaran sospechas.

La abogada de familia Lucía López coincide con la policía en que este tipo de fraude va en aumento a pesar de los exámenes a los que se somete a las parejas desde mediados de la década de 1990 con el fin de detectar fraudes: 'Ahora llegan muy preparadas porque ya conocen los cuestionarios, que alguien ha colgado en internet'. 'En una ocasión, apareció una china que sólo hablaba mandarín con un español que no sabía idiomas. Era evidente que estaba pactado', señala.

En otras ocasiones, los contrayentes sí consiguen burlar estos controles. Es el caso de Kakhaber Shushanashvili, presunto responsable de la mafia georgiana en España detenido en marzo en la operación Java. El capo se había casado el 19 de octubre de 2009 con la española María José C.A. para conseguir el permiso de residencia. Tras la ceremonia, Shushanahvili no volvió a ver a su esposa. Ni tan siquiera hablaron por teléfono.

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