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Bala perdida, víctima inocente

El transeúnte herido fortuitamente en Madrid por la esquirla de un proyectil disparado por un policía supone un incidente aislado. En Río de Janeiro, decenas de personas son blanco cada año del fuego cruzado entre delincuentes

HENRIQUE MARIÑO

Escéptico y desesperanzado, se preguntaba el cantante carioca Gabriel O Pensador si la muerte le sobrevendría en el circo, en la playa, en el supermercado o en la mesa de un bar. Publicado en 1997, el tema Bala perdida hacía referencia a los daños colaterales de la violencia y la inseguridad en Río de Janeiro: los ciudadanos inocentes abatidos por el fuego cruzado entre bandas o entre los bandidos y las fuerzas del orden.

¿En qué lugar acabaría con su vida un proyectil desviado o rebotado?, meditaba el músico, preocupado por el bienestar de los suyos: ¿En la cola del banco? ¿En el tren de la estación? ¿En la parada de bus? ¿O viendo la televisión, en la seguridad del hogar? ¿Dónde será que una bala perdida me va a encontrar?

En Madrid, un ciudadano que paseaba por la Puerta del Sol resultó herido el pasado jueves por una esquirla de bala, que impactó en su ojo izquierdo de manera fortuita. El hecho generó escenas de pánico en una zona turística de la capital y la noticia (un policía municipal dispara a un hombre armado con un cuchillo para repeler el ataque y el rebote de una bala hiere a un transeúnte, según el coordinador de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento) causó sensación entre el público, poco acostumbrado a escenas semejantes. Lo que en algunas ciudades del planeta, como la violenta Río de Janeiro, significaría un número más, a sumar a tantos otros, en Madrid supone un hito.

Todas las instituciones consultadas por este diario (Ministerio del Interior, Policía Nacional, Delegación del Gobierno, Área de Gobierno de Seguridad del Ayuntamiento y Policía Municipal de Madrid) resaltan que se trata de un hecho aislado e inusual, hasta el punto de que reconocen que no existe ningún dato ni estadística al respecto.

En Río de Janeiro, sin embargo, el Instituto de Seguridad Pública difunde cada año el Informe Temático Bala Perdida (pdf), que da cuenta de las víctimas inocentes de los tiroteos. En 2009, murieron por esta causa ocho personas y resultaron heridas 185, unas cifras escalofriantes, aunque inferiores en un 18,2% a las de 2008, cuando los muertos fueron 16 y los heridos, 220

'Aquí es totalmente infrecuente que los agentes utilicen el arma y sólo se usa en casos muy puntuales', explican fuentes de la Policía Nacional, que aclaran que para evitar el rebote de la bala se emplea munición semiblindada. 'Efectivamente, no es habitual', insisten fuentes de la Policía Municipal, que añaden que si los disparon no son frecuentes, el fuego cruzado lo es menos aún. 'Es muy raro', añade un agente, quien asegura que este tipo de episodios suelen producirse en zonas poco concurridas. 'Los tiroteos entre delincuentes no se dan en la Gran Vía, sino en las afueras. Los malos se citan en descampados: esto no es Italia ni ellos son la Camorra'.

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