Cambio de estrategia. Los bomberos madrileños han decidido ayer desconvocar la huelga general indefinida con la que habían amenazado a su alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, e intensificar sus protestas a pie de calle. El objetivo pasa por transmitir a cada vecino, barrio por barrio, la precaria situación en la que se encuentran, a su juicio, los parques capitalinos.

'Nuestra arma fuerte es informar al ciudadano. Haremos una campaña divulgativa para que conozcan los peligros que corren', explica el sindicalista Óscar Pascual tras la aprobación en asamblea de las medidas que llevarán a cabo para forzar al Ayuntamiento a sentarse a negociar para renovar el convenio colectivo.

Seguirán, como hasta ahora, siendo la sombra de Gallardón, plantándose en cada acto al que acuda, dando la matraca. Y convocan para finales de febrero, aunque falta por fijar una fecha concreta, una gran manifestación abierta a toda la ciudadanía. 'Ahora no quieren vernos en la calle porque se acercan unas elecciones y esgrimen que politizamos el asunto. Pero, además de que no nos importa el partido que gobierne ni somos nosotros los que fijamos la fecha de las elecciones, llevamos ya un año intentando llegar a un acuerdo', explica Pascual, responsable de bomberos de CCOO. 'Les pedimos que dialoguen y que reconozcan lo que han hecho mal'.

El centro de Madrid ya asistió el pasado 20 de diciembre a la creatividad reivindicativa de los bomberos municipales, quienes junto a sus familias y allegados llevaron a cabo una performance crítica con Gallardón desde la plaza de Cibeles hasta la de la Villa, pasando por la Puerta del Sol, donde concitaron la atención de paseantes y turistas. Ahora, pretenden que a los participantes en la anterior cabalgata se sumen los madrileños que lo deseen. 'Hacemos un llamamiento al pueblo de Madrid para que nos apoyen porque, en definitiva, lo que pedimos es para ellos: seguridad', apunta un bombero presente en la asamblea. 'La marcha de diciembre fue potente, pero queremos superarla con su apoyo'.

El colectivo ha apostado por visibilizar sus acciones y desconvocar la huelga general indefinida debido a que no se alcanzó un acuerdo respecto a los servicios mínimos, que fueron fijados por el Ayuntamiento en el 80% para el turno de noche, una 'irresponsabilidad', según los funcionarios.

'Era una locura que, en vez de 120 bomberos, hubiese sólo 104. No podíamos arriesgarnos a que sucediese una desgracia y, además, consideramos que la huelga ya había cumplido los objetivos', analizan fuentes de los bomberos en referencia al paro simbólico —con servicios mínimos del 100%— que tuvo lugar el pasado 1 de febrero. Por un parte, 'puso de manifiesto la falta de plantilla' y, por otro, que los responsables del Ayuntamiento 'son unos temerarios'. Ahora, tras la ruptura de las 'reuniones discretas' mantenidas entre ambos durante los últimos días, los bomberos mueven la ficha de la calle.