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Bono aconsejó a la infanta Cristina renunciar a sus derechos dinásticos por Urdangarín

Dice en su libro que el duque de Palma 'debe expiar su poco ejemplar conducta para que nadie tenga que pagar por ella'

EP

El expresidente del Congreso José Bono aconsejó a la infanta Cristina renunciar a sus derechos dinásticos ante la evolución de las acusaciones contra su esposo, Iñaki Urdangarin, según revela él mismo en el prólogo del primer tomo de sus diarios, 'Les voy a contar', publicado por Planeta y presentado hoy a la prensa.

'En una familia tan especial, tradicionalmente se apartaba de la línea sucesoria a quien celebraba un matrimonio morganático y se casaba con un humilde plebeyo. Pues bien, ¿cómo no apartar a quien se casa no con un plebeyo sino con quien tiene una conducta 'no ejemplar' como se calificó desde la Casa del Rey la actitud de Iñaki Urdangarin?', escribe Bono.

Y remata diciendo que no se hubiera atrevido a expresarse así si el calificativo de la Casa del Rey no hubiese sido 'tan contundente'. 'No deseo mal a nadie, tampoco a Urdangarin, pero debe expiar su poco ejemplar conducta para que nadie tenga que cargar y pagar por ella', añade en el prólogo del libro, fechado el 31 de julio.

Según Bono, es posible que esta revelación y otros aspectos que menciona en el libro pueden 'escandalizar' a algunos 'cortesanos', pero sobre todo a aquellos que 'dan taconazo militar ante su Majestad y luego en privado insultan a la Princesa de Asturias y a quien se les antoja'. Es más, cree que lo que escribe no molestaría a Don Juan Carlos y añade que no cuestiona ni su figura ni su persona.

En el libro reconoce que 'le asaltaba la preocupación' de cómo tratar al Rey y añade que finalmente ha dicho 'la verdad, con alguna reserva de carácter personal' porque no quiere sumarse 'al coro de quienes son halagadores melífluos en su presencia y detractores inmisericordes a sus espaldas'.

Admite, eso sí, que le será más difícil cuando le toque relatar, en el segundo tomo de sus diarios, la relación que mantuvo con el jefe de Estado cuando fue ministro de Defensa, entre 2004 y 2006.

Bono ha puntualizado que los reyes españoles nunca lo han tenido fácil y que, al final, siempre quedan 'desnudos ante la historia', porque se acaba sabiendo todo 'sobre sus vidas, negocios, amores', de manera que 'nadie duda de que son humanos'. 'Yo, desde luego, los prefiero frágiles a soberbios, arrepentidos a arrogantes, cercanos a estirados y sobre todo, humanos a divinos', ha señalado antes de añadir: 'Nuestro Rey es humano y así se le quiere'.

El expresidente del Congreso expresa cariño por el Rey y el Príncipe y reconoce que las razones que se ha ido 'fabricando' para su 'consumo personal' para justificar el derecho dinástico tienen más que ver con la conveniencia que con la convicción: 'El 23 de febrero, con un presidente de la República los golpistas nos habrían laminado', escribe.

En la presentación de su libro, ha reconocido que Planeta le pagará por sus diarios 800.000 euros, si se cumplen las previsiones de ventas. Bono ha defendido la veracidad y fiabilidad de sus notas, y de sus citas textuales y ha relatado incluso que el exsecretario de Organización Cipriá Ciscar le dejó transcribir las cintas grabadas en las reuniones de la Ejecutiva Federal.

Según sus palabras, con el libro no pretende 'ajustar cuentas' y en él no hay ni 'héroes ni villanos' aunque el más nombrado es el expresidente Felipe González, 'un hombre que en política no salen tres en un siglo'.

Es más, el tomo acaba con los diarios de los días de las primarias socialistas de abril de 1998 y sus consecuencias, y alude a una carta que Txiki Benegas le escribió a González en 1998 pidiéndole que volviera a ser el candidato con este argumento: 'Nos empeñamos en hacer política con suplentes cuando los titulares no están lesionados'.    

Quien no sale tan bien parado es quien fuera vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra. Precisamente, los diarios comienzan con el relato de la conversación que causó el 'distanciamiento' entre Bono y Guerra en 1992, ruptura que el autor atribuye a la 'arrogancia' del ya entonces exvicepresidente. 'Guerra tiene una idea del poder en la que sólo caben subordinados que le obedezcan o le halaguen', dice.

Bono relata también las exigencias del juez Baltasar Garzón para ser candidato a diputado en 1993 --'o se me da el trato que merezco en las listas y después el reconocimiento debido con una responsabilidad pública adecuada o no duro ni un minuto', transcribe-- y el intento de acercamiento del exbanquero y hoy candidato a la Xunta de Galicia, Mario Conde.

Según escribe, en un almuerzo en el Palacio de Fuensalida en noviembre de 1993, Conde le dijo que quería poner su 'poder social' e influencia en los medios en favor de 'Felipe', no del PP, y le contó que estuvo a punto de afiliarse al PSP. Bono le animó a trabajar en política, pero añadiendo que no le veía ni en el PP ni en el PSOE.

'¿En el PSOE por qué no?' preguntó Conde, a lo que el entonces presidente castellano-manchego le replicó '¿Qué haría un banquero como tú en un partido cómo éste?'. Según Bono, Conde criticó duramente a José María Aznar, entonces líder de la oposición ('un mal tipo que no vale para la política', dijo) y ya adelantó que 'algún día' entraría en política.

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