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Bustos: clientelismo y opacidad

El alcalde de Sabadell define su gestión como 'honesta, rigurosa, transparente y legal' y asegura que no tiene nada que esconder

AITOR LAGUNAS

Manuel Bustos, alcalde de Sabadell desde 1999, ha ratificado su inocencia ante la imputación en el caso de corrupción urbanística que ha trascendido esta mañana con la irrupción al Ayuntamiento de una comisión judicial encabezada por el fiscal Fernando Bermejo y varios agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra. La teniente alcalde de economía, Montserrat Capdevila, el constructor y tío del alcalde Melquiades Garrido y el ex concejal del PP en el Ayuntamiento, Jordi Soriano, también están imputados. Además se han detenido a 12 personas, la mayoría empresarios, y 41 han sido las entradas de los Mossos a empresas, sociedades y casas de particulares.

Bustos ha definido su gestión como 'honesta, rigurosa, transparente y legal' y asegura no tener 'nada que esconder ni nada por lo que pedir perdón'. Previamente, en declaraciones a la emisora de radio Rac1, se ha mostrado dispuesto a colaborar: 'Tengo la conciencia tranquila. Estoy seguro de mi absoluta inocencia y la de mis colaboradores y sólo espero que mi honorabilidad sea restablecida cuanto antes '. También ha sido rotundo al afirmar que no va a presentar la dimisión.

En Sabadell siempre han existido sospechas sobre la gestión de gobierno de Manuel Bustos (PSC). La investigación de hoy ratifica cuanto menos estas dudas, que vienen de lejos y han sido denunciadas por los partidos de la oposición a lo largo de los cuatro mandatos del dirigente socialista. De hecho, una vez ha transcendido la noticia muchos opositores se han desplazado a la plaza del ayuntamiento de Sabadell para brindar con cava. Toda una declaración de intenciones.

'Tengo la conciencia tranquila. Estoy seguro de mi absoluta inocencia'

Bustos siempre se ha mostrado muy participativo en la esfera pública, donde asiste con regularidad a todos los actos de la ciudad y goza de una gran popularidad en ciertas zonas. Especialmente en la periferia, donde se siente más cómodo que en el núcleo catalanohablante, que observa sus movimientos con recelo. Una mitad de la ciudad lo adora mientras la otra desconfía.

Bustos se ha rodeado siempre que ha podido de familiares, un clientelismo -según la oposición- que ha causado fuertes críticas en la ciudad. Su hermano, Paco, participó como concejal de seguridad en el cierre del Bar Bemba, de marcado acento izquierdista, en una acción que provocó enfrentamientos con la policía y varios heridos. La trifulca acabó con dos concejales, el mismo jefe de policía de la ciudad y once jóvenes, entre los que se encontraba el ex futbolista del Barcelona, Oleguer Presas, imputados en un juicio por agresiones. Tras los incidentes, Bustos escenificó una rueda de prensa para confesar que su hermano recibía amenazas y por lo tanto se veía obligado a reubicarlo en otra concejalía.

Las dos últimas investiduras de Bustos también han dado de qué hablar, pues el alcalde se ha decantado descaradamente por el apoyo del Partido Popular. Una asociación que no tendría mayor trascendencia si no fuera porque Jordi Soriano, el entonces concejal popular también ha sido imputado en el caso anticorrupción. Soriano se convirtió en el mejor aliado de Bustos en acciones concretas de adquisiciones de terrenos, como la del Castillo de Can Feu, un habitáculo sin uso concreto que levantó las sospechas de la oposición. El edificio se compró tras una modificación de última hora del voto del dirigente popular. Bustos también encontró el apoyo de Soriano a la hora de evitar la creación de comisiones de investigación sobre la adjudicación de unos pisos sociales que se otorgaron, curiosamente, a dos familiares del equipo de gobierno.

En Sabadell siempre han existido sospechas sobre la gestión de gobierno de Manuel Bustos

Pero el caso que más polémica ha generado en Sabadell durante los últimos años ha sido el de la irrupción de Melquíades Garrido, tío del alcalde y constructor. La presión de los grupos opositores, que denunciaron irregularidades en las adjudicaciones de obras públicas, aunque nunca se llegaron a probar, fue el detonante para que Bustos decidiera cesar a su familiar. No obstante, Garrido es uno de los imputados en la investigación anticorrupción; una investigación que, según fuentes policiales, se inició hace ya dos años y con distintas denuncias públicas de grupos opositores que nunca encontraron la comprensión del alcalde. Y es que a Bustos también se le ha acusado de silenciar a la oposición, a través de una política de comunicación muy agresiva, con un control total de la radio municipal. Los votos los gana en la calle, donde se siente próximo y adulado por gran parte de la ciudad. Pero en la esfera política prefiere la opacidad. Ahora deberá arrojar luz ante un juez.

Hay que recordar que Bustos ostenta el cargo de presidente de la Federación de Municipios de Catalunya (FMC), y por lo tanto las investigaciones sobre sus acciones podrían no verse reducidas únicamente al municipio de Sabadell.

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