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Cacelorada y flores contra Barberá

La concentración ante el Ayuntamiento de Valencia transcurre con carácter festivo

BELÉN TOLEDO

En Valencia, los indignados no tuvieron que moverse de su emplazamiento para protestar contra la toma de posesión de la alcaldesa de Rita Barberá, ya que el campamento está situado en la misma plaza del Ayuntamiento. Desde las 10 de la mañana, unas trescientas personas protagonizaron una incansable cacerolada que se prolongó hasta entrada la tarde.

Desde primera hora, decenas de agentes de la Policía Nacional, pertrechados con cascos, guantes y porras, rodearon la plaza, en un despliegue que asombró a los indignados y también a los transeúntes. La Policía estableció vallas que impidieron el acceso al Consistorio y la mayoría de los concejales usaron las puertas laterales para acceder al edificio.

El ambiente de la concentración fue esencialmente festivo. '¡Tíranos margarina!', gritaron algunos de los concentrados al helicóptero de la Policía que sobrevoló continuamente la zona. Hubo también sitio para la parodia política. Dos personas se disfrazaron de la alcaldesa y del presidente Francisco Camps. El joven encargado de encarnar al president se negó a contestar a cualquier pregunta del público, en una fiel imitación del trato de Camps con la prensa. El caracterizado como Rita Barberá se quedó encandilado ante un puesto de bolsos del 'top-manta' en alusión al presunto regalo de un bolso de marca que la trama Gürtel hizo a la alcaldesa, según consta en el sumario del caso Gürtel.

'En el grupo hay de todo, no solo gente comprometida con el movimiento', dice un agente

Hubo también momentos de tensión. El principal llegó cuando un grupo de doce agentes se internaron en el campamento y se situaron tras la zona de la concentración. El gesto hizo temer a los indignados que se produjera una situación similar a la del pasado jueves, cuando el enfrentamiento entre Policía y manifestantes se saldó con 18 heridos y cinco detenidos. Finalmente, los organizadores del Movimiento 15M consiguieron mantener a todos los concentrados a más de un metro de distancia de los agentes. La gente se limitó a lanzarles flores.

Al cabo de unos 20 minutos, los policías se fueron. Más tarde, uno de los agentes que habían intervenido declaró a este periódico que la incursión se había debido a la necesidad de 'evitar que alguien lanzara objetos contundentes desde la parte de atrás de la concentración'. El agente añadió que 'en el grupo hay de todo, no solo gente comprometida con el movimiento'.

Adoración Guamar, una de las portavoces, convocó una improvisada rueda de prensa para acusar a la Delegada del Gobierno, Ana Botella, de mentir cuando ayer aseguró que tres de los detenidos tienen antecedentes penales. Aseguró que la información es falsa y pidió 'presunción de inocencia' para los jóvenes. La misma, añadió, que 'juega a favor del presidente de la Generalitat que sí está imputado'.

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