'Sólo llegaré a acuerdos con personas que de verdad representen la decencia y la inteligencia de esta tierra'. De esta forma tan categórica despreció ayer Francisco Camps la oferta de diálogo, hasta en tres ocasiones, del PSPV-PSOE. Su portavoz, Ángel Luna, quiso emular al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien el miércoles propuso a Mariano Rajoy sentarse para consensuar medidas contra la crisis. Pero se topó con la negativa de Camps, que regresaba a Les Corts después de tres meses sin someterse a control parlamentario.

El PSOE insistió y Camps ahondó en su retórica: 'Hay cinco millones de valencianos esperando de verdad gente de primer nivel, de calidad, de categoría humana, de inteligencia, de cultura, de saber estar y de saber utilizar la política al servicio de los otros'.

Luna, que interpeló al presidente por la morosidad de la Administración, lamentó que se hayan dado 'instrucciones' desde la cúpula del PP para que le retiren el saludo a él y a los diputados que presentaron una querella por una presunta financiación irregular del PP en el escenario de la Gürtel. 'Ni agua ni el saludo', se quejó Luna. De hecho, la presunta trama corrupta flotaba en el hemiciclo porque hoy se cumple un año desde que trascendió el caso de los trajes de Camps. 'Su palabra vale menos que la de su propio sastre', le espetó Mireia Mollà, diputada de Compromís.

Camps procuró esquivar cualquier referencia a la Gürtel. 'Ese asunto es su auténtico disco duro', le inquirió a Luna después de que este le preguntara 'dónde estaba su autoestima cuando se relacionaba y hacía relacionarse a su partido, y de qué manera, con personajes como [Álvaro Pérez] El Bigotes', el responsable de Orange Market, el tentáculo valenciano de la red de Francisco Correa.