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El carismático, la teóloga y el sacerdote

Semblanza de los fundadores del Camino. Kiko Argüello, Carmen Hernández y Mario Pezzi son los responsables de la pujanza del Camino

J. B.

Francisco José Gómez Argüello, más conocido como Kiko Argüello, y Carmen Hernández se conocieron a mediados de los años sesenta en el poblado chabolista de Palomeras Altas, en Madrid. Él era un pintor bohemio y con cierta tendencia a la depresión en plena crisis de fe; ella, una química con vocación que dudaba si hacerse religiosa o misionera seglar a punto de viajar a Bolivia. Kiko representaba y representa la fuerza, el carisma, la capacidad de arrastrar a las masas, mientras que Carmen, más reflexiva, con estudios teológicos, es la que ha sistematizado la estructura del Camino. Ella tiende a huir de las grandes concentraciones, aunque consiente que Argüello la haga hablar en algunos actos, como el celebrado el pasado lunes en Cibeles, donde llegó a pedir que Antonio María Rouco Varela fuera 'el próximo Papa'. El cardenal no sabía dónde meterse.

Pero, unidos en torno a su gran obra, los desencuentros entre Kiko Argüello y Carmen Hernández se evidencian a cada momento. Ella reprocha a Argüello su excesivo protagonismo y su tendencia a 'hablar demasiado', mientras que Kiko nunca ha podido superar que Carmen sea considerada cofundadora del Camino a su mismo nivel. Constituyen la noche y el día del Camino Neocatecumenal, pero ambos han logrado coordinarse de modo que lo que no consigue Kiko, lo logra Carmen, y viceversa. La tarea de Carmen Hernández es más oscura y organizada, mientras que Argüello es la música en Cibeles se interpretó una versión reducida de El sufrimiento de los inocentes, una sinfonía compuesta por el mismo Argüello, el espectáculo y el arte.

El sacerdote Mario Pezzi fue el último en llegar y es el encargado de dotar de 'seriedad' al movimiento. Este cura italiano, siempre en un tercer plano, es el máximo responsable de la rama sacerdotal de los kikos, el auténtico vivero de vocaciones en la Iglesia europea. Probablemente, sin su intervención, hace ya tiempo que Kiko y Carmen hubieran acabado por tirarse los trastos a la cabeza o escindir el Camino. Gracias a este religioso, se pudieron aprobar los estatutos que, entre otras cosas, pactan que un grupo de siete elegidos sucederá a los iniciadores tras su muerte. También gracias a la iniciativa de Mario Pezzi se constituyeron los seminarios Redepmtoris Mater, presentes en 72 ciudades de todo el mundo.

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