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Catalunya afronta un recorte del gasto sin precedentes

Sanidad, educación y bienestar social serán las partidas más afectadas

DANI CORDERO

Un recorte del gasto hasta ahora nunca visto es la característica principal de unos Presupuestos de la Generalitat para 2011 que CiU ya tiene encarrilados. Bajo la premisa de la austeridad y la excusa del déficit, el Govern ha diseñado unas cuentas con un recorte del gasto del 10% que no acaban de convencer a nadie, más allá de los lobbies económicos que avalan la nueva ortodoxia presupuestaria estre-nada hace ya un año, nacida al albur de la tragedia griega y la crisis de la deuda soberana europea.

Es en ese contexto en el que el Govern ha apostado por reducir en 4.400 millones de euros las partidas de gasto en un solo año. Ese objetivo ha encrespado los ánimos de los empleados públicos, que han mostrado ya su desacuerdo en numerosas protestas en la calle, en ocasiones acompañados por los usuarios.

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La sanidad es el área más afectada, con un recorte cifrado en mil millones de euros, que tendrá efectos en el cierre de equipamientos y las listas de espera, que serán más largas y, en algunos casos, superarán los ocho meses. Pero la ense-ñanza también se verá afectada, como el área de bienestar social, que ya ha advertido de que se limitan las ayudas a la dependencia, se retiran las ayudas a las familias con niños de hasta 3 años y se endurecen los requisitos para cobrar la renta mínima de inser-ción, la prestación que cobran los más desfavorecidos.

Los efectos también se dejarán ver en la contratación de obra pública. La inversión en infraestructuras caerá un 42%, por lo que gran parte de los proyectos de infraestructuras no iniciados han quedado congelados sine díe.

La contracción del gasto y de las inversiones cuestionan el peso que puedan tener en lo que queda de año la inyección de recursos autonómicos para revitalizar la maltrecha actividad económica catalana: se reduce la contratación de empleo público y condiciona la privada. Y pese al esfuerzo de contener el uso de recursos públicos, el Govern ha sido incapaz de asumir los objetivos del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que limitaba el déficit presupuestario de las comunidades autónomas a un 1,3% en todo 2011.

Pese al esfuerzo, Artur Mas no ha podido asumir el objetivo y ha duplicado el límite. Al fijarlo en el 2,6%, el Govern no envió un mensaje al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, sino un desafío. O se traspasan más recursos a Catalunyaen virtud de lo pactado en el Estatut o la Generalitat no tiene margen de maniobra. El Gobierno central en bloque no ha tardado en demandar el cumplimiento del déficit.

En todo caso, los Presupuestos de 2012 seguirán por la misma senda del recorte.

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