El Govern ha aprobado este martes los proyectos de ley de creación de las veguerías y del Área Metropolitana de Barcelona, lo que abre un debate territorial que culminará el Parlamento catalán y que, en última instancia, requerirá de la modificación de leyes estatales para suprimir las diputaciones.

Tras la reunión del Consell de Govern, la propuesta de la nueva organización territorial de Cataluña en siete veguerías ha sido presentada en rueda de prensa por el presidente catalán, José Montilla, y por el conseller de Gobernación, Jordi Ausàs, en una escenificación de unidad interna, después de que este proyecto haya tenido un tortuoso camino de elaboración y maduración en el seno del tripartito.

El proyecto, 'una reivindicación histórica del catalanismo' y 'un gran paso en el desarrollo del Estatut', se remitirá al Parlament con 'carácter de urgencia', ha apuntado Montilla. La división territorial actual se configuró hace 175 años.

Se trata de uno de los proyectos más emblemáticos de los catalanistas, especialmente, de los republicanos

El gobierno tripartito propone así la creación de las veguerías de Terres de l'Ebre, Barcelona, Lleida, Alt Pirineu i Aran, Catalunya Central, Girona y Camp de Tarragona, demarcaciones sobre las que no se han propuesto todavía todas capitales.

Sobre el proceso y su futuro coste, Montilla y Ausàs han asegurado que la aplicación de la ley será 'gradual' y no supondrá un sobrecoste adicional. Además, no será necesaria la incorporación de nuevos funcionarios. Sin embargo, dejan esta última decisión en manos de los futuros consejos de veguería.

El proceso, aún sin calendario, se resume de manera sencilla: las provincias de Lleida, Tarragona y Barcelona deberán dividirse en dos cada una de ellas. Esta nueva organización no implica la desaparición de la provincia como circunscripción electoral en las siguientes elecciones.

En un primer momento, las cuatro diputaciones actuales se sustituirán, siguiendo la Ley de Transición de Diputaciones a Veguerías, por consejos de veguerías. La primera en dividirse será Tarragona, que dará lugar a Terres de l´Ebre. A ésta, le sucedían el resto.