Tras permanecer dos décadas entre rejas, Manuel Charlín Gama, de 78 años de edad, abandonó ayer a primera hora la prisión de A Lama (Pontevedra). El patriarca del clan de los Charlines, un histórico grupo de narcotraficantes y contrabandistas gallegos, ha podido obtener la libertad antes de lo previsto gracias a la nueva doctrina del Tribunal Constitucional (TC), que hace posible la acumulación de las penas cuando se cumplen dos o más condenas, según confirmaron a Efe fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Un joven acudió, a las 8.25 horas, al aparcamiento del centro penitenciario a buscar a Charlín Gama, condenado por varios delitos relacionados con el tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Ataviado con un gorro y un chaleco, Charlín Gama abandonó el penal en un coche con las ventanillas subidas y sin hacer declaraciones a los medios de comunicación.

Su abogada, Bárbara Royo García, justificó la excarcelación de su cliente 'por extinción de condena'. No obstante, Manuel Charlín Gama está pendiente de prestar declaración en los juzgados de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) a raíz de la reciente operación Repesca. A principios de julio, la Policía Nacional detuvo en diversas localidades de Pontevedra a 14 presuntos integrantes de los Charlines, entre ellos varios hijos, una nieta y una sobrina del patriarca. A todos ellos se les acusó de blanqueo de dinero, estafa y otros delitos contra la Hacienda Pública. Y Manuel Charlín Gama, junto a su mujer, fue uno de los imputados en esta operación policial.

La salida de prisión del histórico narco gallego fue tildada ayer de 'despropósito' por el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico (FGCN), Fernando Alonso. 'No tiene sentido la concesión de estos beneficios penitenciarios a quien tanto daño ha causado a la sociedad gallega', lamentó.