CiU prevé presionar al máximo al PSC para que se una al frente común que integran las fuerzas políticas catalanas del ‘no' a los Presupuestos Generales (PGE) y plante cara al PSOE 'hasta las últimas consecuencias'. El presidente de CiU, Artur Mas, señaló que los catalanes deben ir más allá de las declaraciones y mostrar de forma más contundente su malestar por la falta de cumplimiento del Estatut por parte del Gobierno central.

Mas volvió a defender en una entrevista a la emisora RAC 1 la vinculación entre financiación y los Presupuestos de 2009. Tras la falta de acuerdo en lo primero el 9 de agosto, algo que para Mas sí que es claramente un incumplimiento de Zapatero de la carta estatutaria, 'la nueva fecha crucial es el momento en que se deban aprobar los PGE', para lo que el PSOE necesita el apoyo de los diputados catalanes. CiU, ERC, ICV-EUiA y PP apelaron al ‘no' de los Presupuestos como 'palanca' para forzar un acuerdo satisfactorio en torno al nuevo modelo de financiación de Cataluña. 'Pongamos toda la presión allí', reiteró el líder convergente, que señaló 'importantísimo que los 25 diputados del PSC se muestren dispuestos a votar de forma contraria.

Para el líder convergente, la negociación se encuentra en un punto muy 'complicado', ya que los socialistas gobiernan en España y Catalunya y, sin embargo, 'no se entienden en temas básicos'. Además, dijo, el PSC pidió votos para un Gobierno que no quiere cumplir con la ley catalana.
La discusión llegará al Congreso. Zapatero deberá comparecer para dar explicaciones sobre el modelo de financiación. Mas confirmó que votará a favor el miércoles en la Diputación Permanente. El PSOE se quedará así sólo, ya que el PNV ya adelantó que votaría igual que CiU.

Solbes no duda del PSC

Frente al silencio del PSC, ayer habló el vicepresidente segundo del Gobierno y Ministro de Economía, Pedro Solbes, que subrayó no tener 'ninguna duda' de que sus compañeros de partido en Catalunya apoyarán los Presupuestos de 2009, informa Efe. Solbes reiteró como válida su propuesta de financiación y desvinculó la negociación de los presupuestos.