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El Congreso impulsa la creación de una 'tasa Tobin' a la banca

IU-ICV saca adelante su propuesta con la ayuda de socialistas, PNV y BNG

JUANMA ROMERO

La tasa a las transacciones financieras (TTF) aún sigue lejos, sujeta al consenso internacional, pero los partidarios de su impulso en España ayer dieron un paso más. Fue la Comisión de Economía del Congreso la que avaló la creación de un impuesto que penalice los operaciones bancarias “en un sector que favorece la especulación a gran escala sobre las divisas”. Es decir, un gravamen inspirado en la llamada tasa Tobin. La proposición no de ley, planteada por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV), recibió el respaldo de PSOE, PNV y BNG. El PP y CiU la rechazaron. En total, 21 votos a favor frente a 16 en contra.

La moción insta al Gobierno a que “sitúe como prioridad política de sus participaciones en el Ecofin [el Consejo de Ministros de Finanzas de la UE], el Consejo Europeo y las reuniones del G-20” la aprobación de cuatro puntos clave: el impulso a una TTF, un calendario “concreto” de despliegue de la misma, la fijación de un tipo impositivo “que disuada a los inversores financieros a realizar operaciones únicamente especulativas” y el lanzamiento de medidas legales y administrativas “que permitan la lucha contra los paraísos fiscales”. A la redacción de IU-ICV los socialistas sólo agregaron una coletilla vía enmienda: que el Ejecutivo español actúe “coordinándose adecuadamente con la comunidad internacional”.

La diputada ecosocialista Núria Buenaventura defendió la necesidad de poner coto a una “globalización financiera descontrolada” que ha agravado “las enormes desigualdades” en el planeta. Así, la aprobación de una tasa a las transacciones bancarias, con un tipo del 0,05%, pagado mitad por el comprador y mitad por el vendedor, permitiría recaudar unos ingresos de “más del 1,2% del PIB mundial”.

Reducir el déficit y promover la redistribución de la riqueza no son las únicas metas. IU-ICV cree que se lograrían castigar las operaciones a corto plazo, cuya estrategia es “puramente especulativa”. También “ralentizaría” la velocidad de las transacciones bancarias, ajustándolas al ritmo de la economía productiva, “al servicio de las necesidad humanas”. Y ayudaría a estabilizar los mercados al rebajar la “volatilidad” de los precios.

Buenaventura reconoce que España no se vale por sí misma. Que hace falta empujar para que el G-20 y si no la UE asuman la tasa. En esa línea abundó Manuel Mas, del PSOE: “No podemos implantar el impuesto solos, pero sí reclamar al Gobierno que trabaje en esa dirección en los foros internacionales”, explicaba. El Ejecutivo ya lo ha hecho: José Luis Rodríguez Zapatero defendió el gravamen en la asamblea de la ONU en septiembre pasado, y hace dos semanas, el 8 de marzo, el Parlamento Europeo, con el apoyo de los socialistas, respaldó el impulso a la TTF, con o sin el respaldo del G-20.

El PNV no intervino y Olaia Fernández Dávila (BNG) suscribió el texto por considerarlo una “reivindicación justa”. CiU y PP, en cambio, subrayaron que esa “subida de impuestos” se trasladaría a los consumidores y ahorradores, aviso que juzgaron erróneo PSOE e ICV. “No quieren hablar de este asunto y lo disfrazan con otros argumentos”, decía Mas.

Ramón Aguirre (PP) desbarró apelando a la exigencia de vigilancia de las entidades españolas, un tema fuera del debate. CiU, que en el Senado había apoyado meses antes un texto similar del PSOE, tachó la propuesta de “iniciativa de escaparate”, “radical y muy de izquierdas”, según la calificó Josep Sánchez Llibre.


Mandato del FMI // El Fondo Monetario Internacional (FMI) se comprometió en 2009 a estudiar un impuesto a las transacciones. Reavivó la idea del economista James Tobin, quien en 1971 propuso una tasa para las operaciones bancarias internacionales. El informe del FMI aún no está listo.

La posición del PSOE // El pleno del Congreso debatió en febrero de 2010 un texto similar de IU-ICV. El PSOE lo rechazó. “No tiene sentido”, alegó, pues ya se estaba estudiando en los foros internacionales. En junio, fue el PSOE el que en el Senado planteó la tasa a la banca, justo antes de la cumbre del G-20 en Toronto. Toda la Cámara apoyó la moción, salvo el PP y UPN.

Para el G-20 de Francia // En septiembre, Zapatero y Nicolas Sarkozy defendieron en la ONU el impuesto. Pero la idea se cayó de la cumbre del G-20 en Seúl y se aplazó a este año, a la cita de Francia.

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