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Copiar y pegar la fórmula de aquel país con pesetas y empresas por privatizar

Los expertos ven inviable que el PP replique el programa de 1996

A. FLORES / P. GONZÁLEZ

'Todos a hacer flash back', que dirían en la película de José Luis Cuerda Amanece que no es poco. El Partido Popular quiere erigirse en el druida que puso a crecer a España en 1996 y desempolvar ahora la misma receta para sacar al país de esta. Los expertos consultados por Público parpadean intentando entender cómo es posible aplicar hoy políticas económicas de un país que pagaba en pesetas y las fabricaba según sus necesidades (devaluación). Cómo lograr ingresos extraordinarios con un Estado que ya no es propietario de una parte de Telefónica, Repsol, Endesa y Tabacalera, con cuya privatización definitiva el Gobierno de José María Aznar obtuvo en sólo dos años el equivalente al 2,5% del PIB (25.000 millones de euros).

Algunos datos ponen además más que en duda que la receta sirviese ni para el mercado laboral. En las dos legislaturas del PP, se crearon 5,5 millones de puestos de trabajo (no ocho, como asegura Cristóbal Montoro) pero no se encontró el modo de acabar con el problema estructural que sufre el empleo en España, que crece más que ningún país en épocas de bonanza y destruye puestos de trabajo como en ningún otro sitio cuando el ciclo se da la vuelta.

Con la crisis de deuda reventando en el corazón de Europa y los mercados mirando, tampoco hay margen para bajar impuestos ni se puede recuperar un modelo del que España está huyendo. ¿Deducción por adquisición de vivienda? Esta crisis no es aquella. No se puede salir con las mismas armas, plazos ni ladrillos.

Cada vez que llega una crisis, el desempleo se dispara en España muy por encima de países que sufren mayores caídas de PIB. En 1996, la tasa de paro española era del 22,08%. En el mismo ejercicio, el dato agregado de paro de los países hoy pertenecientes a la zona del euro era del 10,70%. Con el cambio de ciclo, el desempleo en España empezó a caer hasta que, en el año 2005, primera legislatura del PSOE, la tasa de paro se situó por debajo de la media de la zona del euro (9,16%). Llega la crisis y, de nuevo, España pasa a duplicar la tasa. 'Un país no puede vivir con estas tasas de desempleo estructurales', comenta José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra. 'En España, cada vez que hay una crisis, aunque sea pequeña, el desempleo se dispara'.

Las reformas laborales no han solucionado el paro estructural  

En el programa electoral de 1996, el Partido Popular recogía la necesidad de reducir la elevada tasa de desempleo que sufría España. ¿Cómo? Entre las medidas incluidas entonces figuraba reducir las cotizaciones sociales, modificar la negociación colectiva o acciones para reducir el empleo juvenil, con medidas como la modificación del contrato de aprendizaje para extenderlo o la estimulación del contrato en prácticas.

Para Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, el PP lo que probablemente pretenda será 'desmantelar definitivamente la negociación colectiva y desligar el incremento salarial del coste de la vida (IPC)'.

Montero considera que el trasfondo teórico que utilizan es el de 'equiparar el mercado de trabajo con el de cualquier bien o servicio, pese a ser un mercado mucho más complejo en el que es más difícil que se produzca el equilibrio'.

Pero recuerda que 'la situación económica actual no es la que era entonces. El mercado de trabajo ya se ha desrregulado. Estas medidas equivaldrían a darle la puntilla'. Sobre la reducción de las cotizaciones sociales considera que, 'aunque la quieran tratar como una reducción de impuestos a las empresas, como medida para fomentar que estas creen en empleo, es en realidad una reducción del salario social del trabajador', puesto que las cotizaciones van a la caja de la Seguridad Social.

Para García-Montalvo, centrarse en medidas destinadas a reducir el paro juvenil es un error. 'El desempleo juvenil en España es el doble que el desempleo general, igual que la media de los países de la OCDE. El problema es que un país no puede tener esas tasas de desempleo, que rondan el 50% cada vez que hay una crisis', añade.

Los expertos consultados tampoco creen que sea el momento de aplicar drásticas reducciones del gasto público. El programa electoral del PP en 1996 hablaba de 'promover un pacto de austeridad entre las administraciones públicas', así como de 'un plan de austeridad de la Adminsitración Central. 'El problema del déficit en España no es un problema de gasto sino de ingresos', comenta Albert Recio, profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona. 'Se han bajado tanto los impuestos que ahora tenemos un problema de ingresos'. De hecho, apunta, 'según Eurostat, el nivel de gasto público respecto a PIB de España está por debajo de la media de la zona del euro'.

Siendo el problema de las cuentas públicas españolas un tema de ingresos, es en el punto sobre fiscalidad donde los expertos se llevan las manos a la cabeza. En el 96, como ya ha anunciado ahora, el PP llevó entre sus propuestas importantes reducciones de impuestos. Deducciones a la adquisición de vivienda, un IRPF reducido a tres tramos con un tipo máximo del 40%, mejora de las deducciones en el Impuesto de Sociedades, fomento del ahorro a base de ventajas fiscales... '¿Reducción de impuestos? No toca', resume García-Montalvo. '¿Cómo le vamos a decir a los mercados que queremos reducir el déficit bajando impuestos?'

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