Nada distinto se esperaba del Partido Popular; tal vez, menos énfasis monárquico de su secretaria general al ser preguntada esta mañana, en un desayuno organizado por La Razón, sobre la intervención del rey en el debate sobre la independencia catalana. Al fin y al cabo, la misiva que el monarca colgó en la web de la Casa Real, recién modernizada, contaba con el visto bueno de La Moncloa, como es preceptivo y, en último término, con el del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy.

María Dolores de Cospedal ha calificado como 'muy oportuna' la carta del rey en la que éste pedía no perseguir 'quimeras', caminar 'unidos' y no debatir 'sobre si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia'. La número dos del PP, además, quiso trasladar la importancia de este gesto del monarca, de la institución de la Corona, en general, y de cómo la iniciativa la ha reafirmado en su convicción del 'bien que hace a España la Monarquía'. Cospedal quiso así cerrar el debate sobre si el rey se había extralimitado de las funciones que le otorga la Constitución España al irrumpir en la polémica por las reivindicaciones secesionistas de Artur Mas y, claramente, del lado no independentista.

Veinticuatro horas antes del encuentro entre Rajoy y Mas en el Palacio de La Moncloa, la secretaria general del PP ha iniciado su discurso de introducción al coloquio del desayuno con una mención al artículo 2 de la Carta Magna: 'La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas'. En este sentido, ha recordado a la Generalitat que si Catalunya quisiera ser independiente, 'tenemos que decidirlo todos, catalanes y no catalanes'. Uno de los aplausos más encendidos del auditorio a Cospedal vino por esta frase; el otro, por su defensa del papel del rey.

Sobre la reivindicación catalana de un pacto fiscal, que se encuentra entre los puntos del día de la reunión Rajoy-Mas, la presidenta de Castilla-La Mancha se mostró tajante: 'No hay margen para las negociaciones', y desinfló así una de las expectativas de la cita de mañana, que, a tenor de estas palabras, se adivina tensa.

La número dos del PP ha insistido en que, precisamente, en el momento que necesitamos 'mostrarnos más fuertes, no se entiende que alguien pueda querer navegar solo, fuera del euro, fuera del mercado nacional, teniendo recursos como el agua escasos, dependencia energética...'. Con todo, María Dolores de Cospedal mostró su firme creencia de que la mayoría de habitantes de Catalunya no quieren la independencia.