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Una cuidadora mata a tres niños en un "acto de locura"

Los tres menores fallecidos, de tres, nueve y 14 años, padecían graves discapacidades físicas

JUSTINO SANCHÓN

Tres niños con discapacidad física de tres, nueve y 14 años fueron hallados ayer muertos, posiblemente por asfixia, en el centro de acogida en el que residían en Boecillo (Valladolid). Según las primeras investigaciones, los menores fueron asesinados por su cuidadora, G.L.B., de 55 años. Los tres tenían la cabeza envuelta en papel film de plástico transparente. La monitora fue ingresada en el Hospital Clínico vallisoletano por las heridas que tenía en la cabeza, el cuello y las muñecas, que, según fuentes de la investigación, se podría haber infringido ella misma en un intento de suicidio.

El macabro hallazgo tuvo lugar antes de las nueve la mañana, cuando dos monitoras iban a realizar el cambio de turno, encontrándose a los niños muertos y a la cuidadora herida por arma blanca, por lo que llamaron al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León, anunciando un posible intento de suicidio.

Los niños fueron presuntamente asfixiados con papel film

El centro es gestionado por la asociación Mensajeros de la Paz, aunque está tutelado por la Junta de Castilla y León. El padre Ángel, presidente de la organización, aseguró ayer que la monitora a la que se le relaciona con el crimen llevaba cinco años trabajando allí y no se le 'conocían problemas psiquiátricos anteriores'. No obstante, atribuyó lo ocurrido a un posible 'acto de locura' de la mujer.

Fuentes de la investigación consultadas por este diario indicaron que la cuidadora se encontraba ayer en el Módulo de Vigilancia Penitenciaria del Hospital Clínico bajo custodia policial, a la espera de una decisión del juez encargado del asunto, quien decretó el secreto sumarial.

A la cuidadora no se le conocían 'problemas psiquiátricos'

Las primeras hipótesis apuntan a que los tres menores dos niños y una niña, con una movilidad reducida de entre el 78 y el 90%, murieron por asfixia, aunque serán los resultados de los exámenes forenses los que concreten las causas de los tres fallecimientos. Otras fuentes han indicado que uno de los menores tenía todavía una bolsa de plástico en la cabeza.

Dos de los niños supuestamente asesinados eran españoles, mientras que el tercero era natural de Guinea Ecuatorial. El padre Ángel, presidente de la asociación que gestiona el centro, en la calle Almendro de Boecillo, reconoció ayer por la mañana que uno de los niños iba a ser acogido 'por una de las cuidadoras que había tenido con anterioridad'. Para el sacerdote, este hecho demuestra 'el gran vínculo que se crea entre cuidadoras y niños'.

Cuatro horas después del hallazgo, la consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, y el padre Ángel, comparecieron en una rueda de prensa para mostrar su consternación por los hechos. También visitaron las instalaciones del centro, abierto hace un año, y se apresuraron a explicar que'reunían las mejores condiciones posibles'.

Los tres menores llevaban varios años en centros de Mensajeros de la Paz

Mientras que Milagros Marcos insistía en que no se conocían las 'circunstancias que han podido llevar a una persona a cometer estos actos, que pueden basarse en la enajenación', el padre Ángel decía que 'en un momento como éste sólo queda encomendarse a Dios y a la gente'.

En la visita que tanto la política como el sacerdote realizaron al centro de acogida, la primera sólo tuvo palabras positivas respecto al centro, que está 'muy especializado' en el tratamiento de menores con movilidad reducida. Según Milagros Marcos, tiene capacidad para seis menores, aunque hasta ayer sólo vivían los tres niños fallecidos, que requerían de atención constante por sus 'graves discapacidades'.

Los tres menores llevaban varios años en dependencias de Mensajeros de la Paz, y hace un año se trasladaron desde la capital vallisoletana a Boecillo, donde las instalaciones cuentan con las 'mejores condiciones posibles' y con 'grandes espacios para la rehabilitación y zonas de juego'.

En su amplia exposición sobre el centro, la consejera incidió en que hasta siete monitoras se encargaban de cuidar a los tres niños internos, en diversos turnos.

Tras conocerse el trágico hallazgo, se vivieron momentos de consternación entre los vecinos del pueblo, que tiene más de 4.000 habitantes y está a escasos cinco kilómetros de Valladolid. La tranquilidad de la mañana festiva se convirtió en dolor y visitas constantes al inmueble número de la calle Almendro, donde está el centro que ayer permanecía acordonado.

Si al principio de la mañana, otras monitoras del centro, las que encontraron a su compañera herida, tuvieron que ser atendidas por psicólogos del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León, a primera hora de la tarde la tranquilidad volvió a reinar en la calle Almendro. Ahora bien, Boecillo seguía asustado y consternado por el triple crimen. Un vecino se preguntó: '¿Qué hubiera pasado si esta noche estuvieran más niños en el centro?'.

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