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La cultura clama contra la impunidad en España

Actores, músicos y escritores dan visibilidad a las víctimas del franquismo a través de una campaña. Quince anuncios exigen la búsqueda de los desaparecidos y una investigación judicial

DIEGO BARCALA

El mundo de la cultura mandó ayer un recado al Gobierno de parte de las víctimas del franquismo. 'Mi familia sigue buscándome. ¿Hasta cuándo?', termina cada uno de los 15 vídeos que la Plataforma Cultura contra la Impunidad presentó en Madrid. Los anuncios, dirigidos por la realizadora Azucena Rodríguez, con guión de la escritora Almudena Grandes, reclaman al Estado justicia y reparación para la memoria republicana.

Los artistas del cine, la música y la literatura prestan en la campaña su imagen a una víctima de la represión franquista desatada tras el golpe de Estado de 1936 que continuó durante cuatro décadas de dictadura. Pedro Almodóvar habla en nombre de Virgilio Leret, aviador fusilado en Marruecos a las pocas horas de estallar la sublevación. 'Mis compañeros me convierten en el primer militar asesinado por cumplir su deber. No tuve juicio, ni abogado, ni sentencia. Mis hijas siguen buscándome. ¿Hasta cuándo?', dice el realizador.

'Me llamo María Álvarez. Ayudo a los guerrilleros como puedo, con ropa, comida, medicinas. Pago por ello con penas de cárcel y destierro. (...) En julio de 1951 me detienen con mi hermano Marcelino. En el camino, nos matan por la espalda a los dos. A eso lo llaman ellos aplicar la ley de fugas. No tuve juicio, ni abogado, ni sentencia. Mi familia sigue buscándome. ¿Hasta cuándo?', señala el testimonio representado por Pilar Bardem.

Cada testimonio finaliza con el ruido de disparos de fusil. La directora Azucena Rodríguez acudió a un archivo histórico de sonidos para obtener el terrible ruido exacto de los fusilamientos para conseguir el mayor realismo posible. 'Quisimos hacer algo sobrio, nada panfletario. Por eso utilizamos una imagen sencilla que explique sin más el drama', explicó la realizadora.

El efecto buscado consiguió emocionar a las familias que han prestado las biografías de sus antepasados para la campaña. Es el caso de Antonia Parra, que no pudo evitar las lágrimas al escuchar al escritor Juan José Millás, representar el papel de su padre, Antonio, fusilado con 34 años en Marchena (Sevilla). 'Mi madre siempre creyó que lo habían matado por leer mucho', recordaba Antonia a la puerta del cine. Millás explicó la emoción que sintió al conocer los detalles de la muerte del padre de Antonia: 'Su mujer enterró los libros de su marido en el patio de su casa. Esa imagen es terrible. Es como si enterraran pajarillos vivos'.

Antonia cuenta que su madre desenterró años después esos libros para quemarlos. 'Sólo se quedó con tres. Un diccionario, un libro de gramática y otro de medidas. Los que pensó que no eran peligrosos', recuerda.

'Las historias que cuentan estos vídeos no aparecen en los libros de texto. Cada testimonio termina con una pregunta: ¿Hasta cuándo? En gran parte de los 113.000 casos el final ha estado con la muerte en democracia de los familiares sin haber llegado a saber dónde está su padre, abuelo...', reflexionó el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, nieto de un fusilado.

El sentido de la campaña fue explicado con claridad por el actor hispano argentino, Juan Diego Botto. 'En el país del que yo procedo cualquier familiar de un desaparecido puede acudir a una oficina del Gobierno a solicitar información y el Estado le facilita toda la documentación que exista. Es más fácil de lo que parece. Es una obligación que el Estado se encargue de buscar a los desaparecidos y que no lo haga de una manera subsidiaria', denunció el actor.

Las familias de las víctimas de la represión lamentan que la única manera que tienen de buscar a sus seres queridos es acudir a una asociación como la que dirige Silva, que cuenta con voluntarios que hacen huecos en sus trabajos para acudir los fines de semana a buscar fosas comunes. 'Sólo tenemos testimonios orales que dicen dónde pudo estar enterrado', añade Olga Rodríguez, biznieta de la víctima interpretada por Juan Diego Botto.

Los actores agradecieron la 'generosidad', el 'coraje' o la 'paciencia' de los familiares como Hilda Farfante, hija de dos maestros republicanos fusilados en Asturias, que respondió: 'Gracias a los artistas por prestar sus rostros jóvenes y vidas exitosas a nuestras historias'. 'El objetivo es que nunca más haga falta que volvamos. Ojalá sea así', concluyó Almudena Grandes.

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