Este martes el temporal de lluvia y viento da un margen de descanso después de que ayer pillara por sorpresa a gran parte del país tras un verano que se ha alargado hasta finales de octubre. El temporal causó un muerto en el municipio vizcaíno de Garai, cortes de luz que afectaron a 5.000 personas en Tarragona, numerosos accidentes de tráfico y atascos e inundaciones que obligaron a evacuar algunas viviendas que han afectado, sobre todo, a Catalunya.

A la espera de una segunda borrasca procedente del Atlántico que atravesará la península mañana, miércoles, trayendo vientos fuertes o muy fuertes y chubascos, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para hoy, martes, cielo muy nuboso o cubierto en el noroeste peninsular, con precipitaciones débiles o moderadas en Galicia y meseta norte, con posibilidad de alguna tormenta ocasional.

Las precipitaciones podrían ser persistentes en el oeste de Galicia. Con menor probabilidad e intensidad cuanto más al este, también son posibles en el resto de la mitad occidental de la Península, Sistema Central, meseta sur, alto Ebro y Pirineos y norte de Aragón.

Precipitaciones o chubascos débiles y moderados ocasionalmente con tormenta a primeras horas en Baleares, con posibilidad de que sean localmente fuertes, con tendencia a remitir durante la mañana. Intervalos nubosos en el resto de la Península.

En Canarias, nuboso con precipitaciones débiles, localmente moderadas, que tenderán a remitir a lo largo del día. La cota de nieve será de 1.500 metros en el norte, y 1.600-1.800 metros en el Sistema Central y Pirineos. Las temperaturas en ligero o moderado descenso en general, salvo en el litoral mediterráneo. El viento será de componente oeste moderado en la Península y Baleares, con intervalos de fuerte en Baleares, cordillera Ibérica y litoral de Galicia. Flojos de dirección variable en Canarias. 

Ayer, el temporal se cobró la vida de un hombre de 69 años, al caer un árbol de grandes dimensiones sobre el vehículo que conducía en una pista de acceso al monte Oiz, en el municipio vizcaíno de Garai. Las fuertes rachas de viento afectaron, además, a la actividad de los aeropuertos vascos, que se vieron obligados a desviar cuatro vuelos de Bilbao y San sebastián a Vitoria y a Pamplona, por los problemas que tenían para aterrizar en Loiu y en Hondarribia, y a cancelar otros tantos que salían del aeródromo guipuzcoano.

En Catalunya provocó colas de hasta 162 kilómetros en los distintos accesos a Barcelona, numerosos accidentes de tráfico, retrasos en la circulación ferroviaria, cortes de luz e inundaciones que obligaron a evacuar algunas viviendas.

Las lluvias dejaron hasta 118 litros por metro cuadrado en Constantí (Tarragona) y más de cien en otras poblaciones tarraconenses como Salou, Vila-seca y Reus, mientras que en Barcelona se acumularon 28 litros, en Castell-Platja d'Aro (Girona) 58, y en Torroella (Girona) 52, según el Servicio Meteorológico.

Las lluvias y el viento también provocaron que la flota pesquera de Cádiz permaneciera amarrada y que se suspendiera el servicio de catamaranes que une la capital gaditana con el Puerto de Santa María y Rota. Además originaron diversas incidencias en la provincia que precisaron la asistencia de bomberos por caída de árboles y carteles e inundaciones de vías.

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