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Detenidos cerca de 4.000 ladrones de cobre en 2010

Se dispara el número de delincuentes arrestados en un solo año

Ó. LÓPEZ- FONSECA

Es el delito de moda en España. Capaz de dejar sin luz y teléfono a pueblos y barrios enteros o de interrumpir la circulación de los trenes del AVE. Es el robo de cable de cobre, una especialidad delictiva muy lucrativa gracias a que el precio de este metal se ha multiplicado por diez en los últimos años. De hecho, ayer alcanzó su máxima cotización histórica en el mercado internacional de materias primas: cerca de 150 euros el kilo.

Casi al mismo ritmo, se ha incrementado en España el número de bandas dedicadas a su sustración, como lo pone de manifiesto que sólo el año pasado, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Mossos d'Esquadra y Ertzaintza realizaran alrededor de 4.000 detenciones por estos robos, según las cifras provisionales que manejan estos cuerpos policiales a las que ha tenido acceso Público.

Según estos datos, el que más éxito tuvo fue la Guardia Civil, con cerca de 2.500 arrestos. Le siguen los Mossos d'Esquadra, con 1.042 capturas hasta el 30 de noviembre. A gran distancia se sitúa la Policía Nacional, que en estos 12 meses informó de alrededor de 200 detenciones, según el cómputo realizado por este diario. La Ertzaintza arrestó a 150 ladrones de cobre. Fuentes policiales destacan, sin embargo, que un grupo muy elevado de ladrones acumulan varios arrestos. 'Hay mucha reincidencia, porque la inmensa mayoría queda en libertad con cargos tras ser detenidos', se quejan.

Las elevadas cifras de detenciones no son comparables con estadísticas anteriores, ya que hasta ahora no todos los cuerpos policiales recogían con detalle estos arrestos. No obstante, la Guardia Civil sí contaba en 2009 con datos sobre este delito. Aquel año, realizaron 900 detenciones, por lo que sus cifras de este último año suponen casi multiplicar por tres el número de arrestos.

La preocupación por estos robos es tan alta que el Ministerio del Interior se vio obligado el año pasado a poner en marcha un plan específico 'de respuesta policial al robo de cable de cobre'. Este plan de choque fijó como dos de sus grandes objetivos las inspecciones a las chatarrerías, principal punto donde las bandas venden el metal sustraído, y el control de los lugares donde los delincuentes queman el cable para desprenderlo de su camisa de plástico y venderlo a mejor precio. El plan tuvo su máxima reflejo en una macrorredada conjunta que Policía y Guardia Civil desarrollaron el 2 de noviembre en toda España. Aquel día, más de 12.600 agentes inspeccionaron 1.019 chatarrerías y consiguieron recuperar 103.346 kilos de cobre robado. 25 personas fueron detenidas.

No obstante, Interior también ha alertado sobre la cara trágica de este delito: la de los delincuentes fallecidos cuando sustraían el codiciado metal. Ningún cuerpo policial maneja cifras exactas, aunque basta un repaso a la hemeroteca para descubrir un goteo de estos trágicos casos. De hecho, la policía emitió en diciembre una nota en la que, a la vez que informaba de la intervención de 26 toneladas de cobre, alertaba de las consecuencias 'dramáticas' de esta actividad delictiva, que aquellos días se cobró la vida de tres personas.

El Cementerio Municipal de la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta amaneció ayer con un total de 46 nichos destrozados. El alcalde de la localidad, Manuel Benítez, sospecha que el móvil de este 'acto de delincuencia', como lo calificó, es la obtención de cobre para su posterior venta. La Policía Local reveló a este diario que no es la primera vez que en el pueblo sucede un episodio relacionado con este tipo de delitos. Hace unas semanas, varias tapas de alcantarillas desaparecieron para su venta en chatarrerías. En el cementerio se reunieron por la tarde cinco familias afectadas que reclamaban justicia. Por su parte, el sepulturero del camposanto declaró que a su llegada a la zona, a las nueve de la mañana, se encontró con el 'desastre': los ladrones habían sustraído de los nichos los elementos decorativos hechos de bronce, como jarrones o placas. Benítez declaró que la Policía Judicial ha encontrado distintas huellas en la zona, lo que revela que se trata de varios individuos. Asimismo, el cementerio de la localidad vecina, Castilleja de Guzmán, sufrió otro expolio el pasado martes, lo que hace sospechar a los agentes de una misma banda organizada.  // F. GRIMALDI

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