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El día de los 'descorbatados'

Diputados socialistas acuden al Congreso sin la prenda en solidaridad con Sebastián

JUANMA ROMERO

La rebelión de los descorbatados tomó el Congreso. Un contingente de diputados socialistas franqueó ayer jueves las puertas de la Cámara baja desprovisto de la tira de tela anudada al cuello como prueba de solidaridad con el damnificado ministro Miguel Sebastián.

La contienda había comenzado 24 horas antes. El titular de Industria había defendido, en respuesta al PNV, que el gesto de quitarse la corbata en plena canícula, importado del Gobierno japonés, ahorraba energía y dinero. José Bono presentó batalla: la corbata se lleva haga frío o calor, lo diga o no lo diga Tokio. 'Es probable que el primer ministro japonés vaya sin corbata al Parlamento, no sé si ante el emperador de Japón', había dicho.

Parte del ejército socialista ya levantó queja el miércoles. 'Seguiré sin corbata diga lo que diga Bono y el emperador de Japón'. Así que ayer tocaba revancha. Empezando por Sebastián, que ayer lideró el grupo de los sincorbatas.

'Es superbanal' que se discuta este asunto, afirmó uno de los descorbatados, Eduardo Madina, secretario general del Grupo Socialista. 'No conozco a ningún diputado que no venga a esta Cámara respetando sus usos y costumbres'. De lo que se trata es de ir 'adecuadamente a trabajar de forma libre, en un país del siglo XXI'. Otro compañero de formación, Txiki Benegas, rechazó los 'protocolos'. 'Basta' con que uno acuda 'bien y decentemente vestido'. Rafael Hernando, del PP, apoyó: sus señorías 'no tienen uniforme', por mucho que 'alguno' les quiera 'uniformar'.

En la Cámara había diputados socialistas de toda condición, sincorbatas y concorbatas. Hasta por moda: 'Soy fan de las corbatas, pero hoy me la quité porque llevo una americana más casual', decía el diputado del PSC Àlex Sáez.

Chacón lamenta que tenga que acudir a la Cámara Baja como quien va 'a Siberia'

El grupo de los primeros ganó dos aliadas ilustres. Dos ministras. La de Defensa, Carme Chacón, lamentó que tenga que ir al Congreso como quien va 'a Siberia'. Y la de Medio Ambiente echó un capote a Sebastián en el pleno y ante el general Bono. El presidente había llamado a la tribuna a Sebastián para que defendiera su Ley General de Telecomunicaciones. No reparó en que Rosa Aguilar quería hablar de la norma que se acababa de debatir, de su negociado (exactamente, el proyecto de ley de titularidad compartida de las explotaciones agrarias). Bono preguntó al titular de Industria si le importaba esperar y lo hizo bajar de la tribuna, gesto que diputados socialistas vieron como un innecesario nuevo feo al ministro.

'Arigatô, señor presidente', dijo Sebastián. Un 'gracias' a la japonesa. Muy propio. Aguilar agradeció al 'ministro que viene sin corbata su generosidad'. Los efectivos del PSOE, concorbatas y sincorbatas, la jalearon. La cubrieron de aplausos

Aguó la fiesta la conservadora Celia Villalobos. Que lo de Sebastián es una 'chorrada más' y que al ser hombre, 'nadie lo putea; si fuera mujer, estaba crucificada'. Puede ser, pero ayer los descorbatados avanzaron posiciones.

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