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El día en que los 'redícolas' okuparon Internet

El ex responsable de Comunicación de Gaspar Llamazares relata en el libro 'Rojos en la Red' cómo IU explotó la web para canalizar su mensaje y 'despertar' a los jóvenes

JUANMA ROMERO

Vayamos diez años atrás. Hasta el año 2000. Parece que han llovido siglos, pero aquellos eran los tiempos de George W. Bush como rey absoluto de Estados Unidos –lo de absoluto no es una metáfora–, los tiempos de la mayoría aplastante de José María Aznar en el Gobierno central, los tiempos de un José Luis Rodríguez Zapatero recién llegado a su despacho de secretario general del PSOE, los tiempos de la dureza sanguinaria de ETA tras la fallida tregua de Lizarra, los tiempos de una Internet a pedales... Y los tiempos de mudanza en una Izquierda Unida atrapada por la confusión de un zarpazo electoral de aúpa. Los 21 escaños de 1996 menguaron hasta los ocho diputados de 2000.

IU debía emprender un nuevo camino. La sombra gigante de Julio Anguita se había achicado tras su último susto de corazón. El ensayo Francisco Frutos fracasó. Hacía falta un nuevo líder. Y ese fue Gaspar Llamazares, elegido coordinador general en la VI Asamblea, en octubre de 2000. Un hombre adusto, tímido, potente en Asturias, su tierra, pero poco conocido en el resto del país. Ése es el punto de arranque del libro que mañana 20 de abril se presenta en Madrid, Rojos en la red (1.001 Ediciones). Lo escribe José Francisco Mendi, responsable de Comunicación de IU entre 2000 y 2008 y hoy asesor del Consejo de Administración de RTVE y colaborador del grupo parlamentario de IU en el Congreso.

La federación exploró desde 2004 una 'comunicación 'guerrillera'' y barata

El libro empieza, pues, en 2000, desde el 'cero negativo', sacando 'desde la nada y con casi nada' un proyecto político reconocible pero distinto, modelando a Llamazares para lanzarlo con ganas y ambición a la arena política nacional. Mendi y el equipo más cercano del ex coordinador –entre los que se encontraba su número dos, Rubén Fernández, o su jefe de prensa desde 2002, Pepe Morales– tuvieron que echar mano de la 'imaginación, el atrevimiento, la sorpresa, el riesgo y también la incomprensión'. Se trataba de cambiar las 'piezas de utilitario, motor desgastado y muchos baches en el camino' para adaptarlas a una persona, Llamazares, acostumbrado a moverse como un 'bólido de Fórmula 1'. 

El camino no fue fácil. Mendi incluso comenta la anécdota de que tuvo que reunirse con el equipo de los guiñoles de Canal + para que diesen vida a un álter ego de Llamazares, para que le tomasen en serio (y algo en broma). 

Una primera prueba de fuego fueron las elecciones generales de 2004, aquellas que susurraban optimismo a la oreja de los dirigentes de IU. Pero llegó la terrible tragedia del 11-M y los intentos del Gobierno del PP por impedir un desgaste que se preveía mayúsculo. Devastador, como se comprobó. La federación lucha por no desaparecer en los medios –sobre todo, los públicos–, por denunciar el 'golpe de Estado', la 'manipulación informativa' y 'todas las artimañas y posibles delitos electorales' del Ejecutivo de Aznar. Dio igual. Los canales se cortaron, y la 'angustia e impotencia' se adueñaron del equipo de Llamazares.

Llamazares vivió con 'angustia' cómo el 11-M y la estrategia de Aznar se comía su campaña

Los resultados fueron pobres. Tres diputados para IU y dos más para sus socios de Iniciativa per Catalunya Verds. Pese a todo, reflexiona Mendi, había que aplaudir los aspectos 'positivos': la 'visibilidad' de Llamazares era un hecho. Tocaba emprender una 'etapa de innovación'. 

Los nuevos ritmos se ligarían a Internet. IU eligió desde entonces 'una comunicación guerrillera, efectiva y de poco coste'. El objetivo era asentar el electorado de izquierdas, pero sobre todo atraer a los jóvenes, 'despertarlos'. Por eso se eligió la Red. IU se hizo redícola. Por roja y por usuaria de la web. Por eso en 2007, para la campaña de las autonómicas y municipales, se creó un avatar virtual de Llamazares en SecondLife o se contrarrestaron las cargas en Madrid contra el botellón con el votoyón, una campaña de suspense en la web cuya intención era aumentar la participación y alejar la abstención, el gran fantasma para la izquierda. 

El banco de pruebas de 2007 abrió paso a la 'campaña impactante, provocativa y sobre todo alternativa' de las generales de 2008. IU convocó a los internautas a componer y elegir la nueva sintonía de la federación a través de MySpace. Después, se eligió un álter ego en cómic de Llamazares, Gaspi, un tipo más atrevido y protestón que el propio candidato. El clon barbudo y canoso protagonizó la serie Las cosas que importan, una historieta aún presente en YouTube que respondía de forma inmediata a la campaña grandilocuente (y cara) de PSOE y PP.

Mendi aborda también los peligros de Internet y su potencialidad como herramienta para una 'democracia plena'

Aún se exploraron más novedades. Vídeos electorales con niños, curas, o empresarios o la aplicación El candidato responde, donde un Llamazares de carne y hueso (no Gaspi, vamos) contestaba a las preguntas de los usuarios. Y si alguno le insultaba, sonrisa. 'Vamos a dejarlo para otro momento', eludía el candidato. 

Pero aquella fiesta amena, arriesgada, acabó. Acabó mal. IU retrocedió todavía más, hasta los dos diputados (uno de ICV). Llamazares dejó el liderazgo de IU y Mendi salió de la ejecutiva de la federación. Su puesto lo ocupa hoy, sólo nominalmente, Ángel Pérez, aunque Cayo Lara ha decidido levantar un gabinete de comunicación más potente.

El relato de Mendi continúa. Porque la Red también tiene peligros, como lo probó el hecho de que el FBI utilizara rasgos físicos de Llamazares para reconstruir su retrato robot del terrorista más buscado del mundo, Osama Bin Laden, noticia que descubrió El Mundo. EEUU incluso reconoció el 'error' y pidió disculpas al diputado, aunque aún no ha dado todas las explicaciones de este 'despropósito' y 'burda manipulación', como lo califica el propio Llamazares en el prólogo del libro. El autor elabora un 'análisis técnico' de qué pudo pasar. Las nubes de tags que vinculaban al ex coordinador con Irak, el '¡No a la guerra!', Afganistán y Al Qaeda, los programas (imperfectos) de tratamiento de imágenes, un 'artista forense' patoso... Es uno de los peligros de Internet, el 'abuso de información, la mala utilización o el exceso de celo invasivo, que compromete el derecho a la intimidad'. El otro, que algunos se salten las barreras para hacerse eco de sus reivindicaciones 'de forma ilícita'. 

Pero, al final, lo que queda es una reflexión sobre las potencialidades de Internet y la consecución de una 'democracia plena', plenamente participativa, en la que los ciudadanos tengan la sartén por el mango. Una comunicación libre, directa y bidireccional. Sin ataduras. 

José Francisco Mendi predica con el ejemplo y ofrece su libro Rojos en la Red completamente gratuito en la web, sin copyright y con copyleft. Basta con descargarlo. No cobrará derechos de autor. Ni dice quererlos.

El libro contiene un epílogo, un homenaje al juez perseguido por los jueces por investigar el franquismo, Baltasar Garzón. El autor le expresa su 'reconocimiento y apoyo solidario'. 

Rojos en la Red tendrá su tarde de gala: se estrenará mañana 20 de abril en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, a las 19 horas. Lo presentará José Bono, presidente del Congreso, e intervendrán Llamazares, el abogado Joan Garcés y el poeta Luis García Montero.

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