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Dirigentes del PP se movilizan para controlar el partido

Rajoy redefinirá la estructura de la formación a partir de febrero. Cospedal ve compatible seguir siendo número dos

YOLANDA GONZÁLEZ

¿Hay vida en la sede del PP desde que el pasado 20 de noviembre los conservadores ganaron las elecciones y la mayor parte de la estructura de poder se trasladó a la Moncloa? Para conocer el grueso de la respuesta habrá que esperar a los días 17, 18 y 19 de febrero cuando la formación celebre en Sevilla su XVII Congreso Nacional. Una nueva etapa para un partido de Gobierno.

Hasta esa fecha, los órganos de poder del partido intentarán avanzar en sus atribuciones a la espera de una nueva estructura con las dificultades de que gran parte de la cúpula ha emigrado al Gobierno. De hecho, ayer la secretaria general compareció ante la prensa sin que se hubiese celebrado el comité de dirección que se celebra todos los lunes.

La marcha de numerosos cargos a Moncloa deja puestos vacantes

A diferencia de los dos congresos previos, para Rajoy el que se celebrará en Sevilla será un camino de rosas. El 28 de diciembre finalizó el plazo fijado por los estatutos del partido para la presentación de candidaturas. La suya fue la única. Sin sectores críticos. Sin peros a su liderazgo. Nadie se atreve a toser ahora a quien ha llevado al PP a la presidencia del Gobierno con mayoría absoluta.

Al igual que el presidente ha configurado su equipo en el Ejecutivo, en las próximas semanas tendrá que reflexionar sobre la estructura del partido para los próximos tres años. Así, decidirá si mantiene las tres vicesecretarías Organización, Política Autonómica y Local y Comunicación junto a la secretaría general u opta por reducir esta estructura, algo que no se descarta en el entorno del presidente.

González Pons suena con fuerza como coordinador del partido

Quienes creen que el esqueleto del partido tiene visos de ser modificado basan su tesis en que de los tres vicesecretarios, dos, Ana Mato ministra de Sanidad y Javier Arenas candidato a las andaluzas , están en puestos de salida. 'Si Rajoy tiene otra idea para la estructura del partido, ahora es el momento de implementarla porque hay bajas que se dan por descontado', explica un diputado. Además de hacer nuevos nombramientos al líder del PP también le quedaría aclarar el futuro del tercero de los vicesecretarios: Esteban González Pons, el portavoz del partido.

En este contexto, formar parte de la dirección del PP puede ser un premio de conso-lación para algunos dirigentes conservadores leales a Rajoy que se han quedado descolgados en el reparto de cargos en el Gobierno.

Sobre la secretaría general, ahora en manos de María Dolores de Cospedal, parece haber menos dudas. Ya desde fina-les de 2011, su entorno se ha encargado de difundir que la presidenta de Castilla-La Mancha saldrá del XVII Congreso Nacional de su partido con el cargo renovado. Y ayer, preguntada en la rueda de prensa, insistió en que se trata de algo que tiene que decidir Rajoy. No obstante, dejó clara su disposición a conservar el cargo e insistió en que sigue viendo compatible ser presidenta autonómica y número dos del partido. 'Siempre les he dicho lo mismo y hoy se lo vuelvo a reiterar'.

Arenas intentará ubicar a gente de su confianza en la dirección del PP

La secretaria general tiene más posibilidades de seguir siéndolo desde que Rajoy despejó las dudas del futuro de Ana Mato ubicándola al frente de un ministerio.

Si Cospedal, tal y como pretende, revalida su cargo en la formación conservadora, existen muchas posibilidades de que Mariano Rajoy recupere la figura del coordinador, la persona encargada de llevar el día a día del partido, algo imposible para una persona que preside una comunidad autónoma. Es González Pons la persona mejor ubicada para ello al haberse quedado fuera de la estructura ministerial. Eso, si el lo acepta.

La designación de un coordinador de partido no es algo inédito. Fue el papel que desem-peñó Ángel Acebes cuando Francisco Álvarez-Cascos ejer-cía de secretario general y vice-presidente del Gobierno de José María Aznar.

Según cuentan en el partido, la relación entre Cospedal y el portavoz es ahora lo sufi-cientemente buena como para que trabajen juntos. Las mismas fuentes subrayan la posi-bilidad de que, en el caso de que siga al frente de la secretaría general, la presidenta de Castilla-La Mancha luche por ubicar a personas de su entor-no en la dirección del partido. Sería su forma de hacerse con el control del PP e ir posicionándose bien de cara al futuro.

Destacados dirigentes conservadores coinciden en señalar que Cospedal no va a tener muy fácil colocar a sus personas de confianza. En esta batalla, cuentan, también está Javier Arenas. El hombre al que todas las encuestas dan por ganador para las autonómicas andaluzas de marzo puede, cuentan las citadas fuentes, manio-brar para ubicar a algunos de sus fieles en la cúpula del partido.

Junto a estos nombramientos, el líder del Partido Popular tendrá que revelar los nombres que integrarán el Comité de Dirección, el núcleo de poder de la formación. Desde el XVI Congreso lo han integrado el propio Rajoy, la secretaria general, los tres vicesecretarios, los portavoces en el Congreso, Senado y Parlamento Euro-peo y el alcalde de Madrid. También deberá someter a votación la lista con los inte-grantes del nuevo Comité Ejecutivo Nacional.

La estructura del partido echará a andar este jueves cuando la formación conservadora presente en Sevilla su Congreso Nacional. El equipo encargado de elaborar las ponencias tiene de plazo hasta el día 16.

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