En apenas un decenio, España se ha convertido en el segundo país de la Unión Europea (UE) con más inmigrantes; 5,7 millones, según el informe Ciudadanos Extranjeros en la UE-27 en 2009, que publicó la agencia europea de estadística, Eurostat. Sólo Alemania (7,2 millones) la supera.

Sin embargo, España sí que es líder en porcentaje de inmigrantes respecto al total de la población: el 12,3% de las personas censadas nació en el extranjero. Alemania (8,8%), Reino Unido (6,6%), Italia (6,5%) y Francia (5,8%) son las siguientes potencias receptoras de inmigrantes. La media del total de la UE es del 6,4%.

Estos datos, que radiografían las estadísticas del 1 de enero de 2009 de los 27 países, apenas han variado en 2010 debido, fundamentalmente, al impacto de la crisis económica. Los datos incluyen tanto a ciudadanos que llegan desde fuera de la UE como a los de los estados miembro que cambian de país.

En España, la falta de empleo ha reducido las llegadas de foráneos y ha potenciado las salidas, especialmente hacia Suramérica. El balance final que se incluirá en el próximo informe de Eurostat indica que los extranjeros residentes en el país apenas aumentaron en 60.000 en 2010.

A pesar de esto, España fue el segundo país al que llegaron más inmigrantes en 2009: 389.000. El Estado que recibió un mayor número fue Italia, con 458.000. Alemania tuvo un balance negativo, con 69.000 extranjeros menos.

Por otra parte, seis de cada diez españoles aseguran que la llegada de inmigrantes ha convertido al país en 'un sitio peor para vivir', según un sondeo que publicó ayer el diario británico Financial Times. El estudio indica que la sociedad española es la segunda más hostil del continente, a escasa distancia de la británica, que ocupa el primer puesto. Además, el 32% de los españoles piensa que está recibiendo peores sueldos debido a la entrada de inmigrantes en el mercado de trabajo.