Público
Público

ETA guardaba 1.500 kilos de explosivos en Portugal

Las fuerzas de seguridad encontraron además ordenadores en la casa de Obidos

PEDRO ÁGUEDA

El recuento definitivo del explosivo escondido en el nuevo taller de bombas de ETA, descubierto el viernes a 90 kilómetros de Lisboa, confirma que la banda terrorista había decidido trasladar a Portugal el grueso de su infraestructura. Los 1.500 kilos de nitrato amónico del chalet de Obidos son el mayor arsenal incautado en años a la banda en un único escondite.

Las Fuerzas de Seguridad golpearon en 2009 con contundencia al aparato logístico de la organización terrorista, deteniendo a sus sucesivos responsables y descubriendo 22 zulos. Todo el material hallado en esos doce meses no alcanza los dos tercios del explosivo que los terroristas habían desplazado a Portugal.

La operación contra la red de zulos de ETA en el sur de Francia desarrollada el pasado agosto no sólo había cortado el suministro de material explosivo a la banda sino que había creado una psicosis entre los terroristas que eran detenidos cada vez que se acercaban a alguno de los escondites controlados por la policía.

La magnitud del arsenal incautado hace pensar a la Guardia Civil que el aparato militar de ETA había realizado varios viajes en los últimos meses desde el sur de Francia a Portugal, donde pretendía instalar su principal base de explosivos de forma definitiva.

La primera prueba de ello fue la furgoneta interceptada el pasado 10 de enero en Zamora. En ella, los terroristas trasladaban el material electrónico que faltaba en la casa de Portugal, pero también pistolas, revólveres y un rifle de mira telescópica. Hay que remontarse a las Navidades de 1999 para dar con un arsenal de la magnitud del de ahora. Entonces, la Guardia Civil detuvo a la altura de Calatayud la denominada después caravana de la muerte, dos furgonetas cargadas con 1.688 kilos de cloratita listas para explotar en Madrid. En septiembre de ese año, se habían recuperado en Francia 2.500 kilos de dinamita robada dos días antes en la localidad de Plevin.

En el garaje de la casa de Obidos, los artificieros han contabilizado 1.330 kilos de nitrato amónico distribuidos en doce bidones y varios sacos con 75 kilos de nitrato potásico, 40 litros de ácido sulfúrico, así como pequeñas cantidades de pentrita, polvo de aluminio y nitrometano. Con todo este material se puede fabricar desde el amonal, utilizado durante décadas, hasta el potente amonitos que emplean con frecuencia desde el final de la última tregua.

Las Fuerzas de Seguridad buscaban est sábado al oeste de Obidos varios zulos que sospechan construyó el comando de ETA que huyó el lunes. Ese día apareció abandonada una Citroën Berlingo cerca del chalé que ocupaba el comando. Dentro de la furgoneta, robada hace un año también en Portugal, había dos detonadores eléctricos, placas de matrículas falsas, picos, palas y monos. Estos instrumentos de trabajo tenían restos de tierra húmeda, lo que hizo pensar a los investigadores que los terroristas abandonaron la furgoneta al regresar de la construcción de uno o más zulos.

Tras el hallazgo de la casa, agentes de la Unidad Nacional contra el Terrorismo (UNCT) interrogaron a los vecinos descubriendo que, el pasado fin de semana, los dos jóvenes españoles que alquilaron en diciembre la casa recibieron visitas. Los terroristas huidos, Oier Gómez y Andoni Zengotitabengoa, utilizaban el baño de la vivienda como laboratorio, según ha demostrado el registro. Durante la jornada de ayer, los artificieros trasladaron el parte del material a una cantera próxima y, a 80 metros de profundidad, lo destruyeron con explosiones controladas. Además, también se encontraron planos de Madrid, Cádiz y San Fernando sin anotaciones, que puedan indicar que planeasen atentados.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias