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ETA trasladó a Venezuela sus cursos de armas y explosivos

El presunto etarra que protege Chávez facilitó la instrucción del comando 'Imanol'

PEDRO ÁGUEDA

El 20 de mayo de 2010 debe ser recordado como un día clave en esta agonía que vive ETA, según coinciden en señalar todos los mandos antiterroristas. Esa madrugada, la Guardia Civil detuvo en Francia a Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, el terrorista que ideó el último gran plan para sacar a la banda de su crisis endémica trasladando las fábricas de bombas a Portugal y Catalunya, y huyendo así del acoso policial en Francia. El mismo que, según trascendió ayer, tomó la decisión de montar una base de entrenamiento de comandos en Venezuela.

Xabier Atristain, Golfo, y Juan Carlos Besance, Fenómeno, formaban hasta el pasado miércoles uno de esos comandos, el Imanol. Según han confesado, en el plan de Ata jugaba un papel clave el presunto etarra Arturo Cubillas Fontán, quien les habría facilitado toda la infraestructura durante su estancia en Venezuela Urano, en clave etarra de agosto de 2008. Cubillas es el empleado del Gobierno de Hugo Chávez contra quien el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco dictó en marzo orden de busca y captura por facilitar en 2007 la estancia de etarras en campamentos de las FARC ubicados en territorio venezolano.

La Audiencia dictó busca y captura contra Cubillas en marzo pasado

Desde entonces, Caracas ha rehuido actuar contra Cubillas, casado con una estrecha colaboradora del vicepresidente venezolano, Elías Jaua. La primera reacción de Venezuela fue descalificar el auto de Velasco, en el que se hablaba de 'cooperación gubernamental' con ETA y las FARC.

Ayer, el Ejecutivo español trasladó al venezolano los nuevos datos y solicitó información al respecto. Horas después, la Cancillería venezolana reaccionó afirmando que no se puede 'dar credibilidad' a las declaraciones de unos terroristas, informa Daniel Lozano. En un comunicado oficial insistía en la declaración conjunta del 6 de marzo, que sirvió para relajar la tensión entre ambos países, a favor de 'profundizar su relación de amistad y cooperación en la lucha antiterrorista'. El comunicado ni siquiera aludía a Cubillas. El portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegi, ya había exigido, en declaraciones a EP, 'una nota verbal de protesta' por parte del Ejecutivo.

El jefe Ata' creía que Francia no era segura para el adiestramiento

Casi al mismo tiempo, el juez Ismael Moreno enviaba a prisión a Atristain y Besance por integración en organización terrorista y por esconder 170 kilos de explosivo. Ambos contaron a la Guardia Civil cómo Carrera Sarobe les entregó 4.000 euros para seguir en Venezuela varios cursillos para la elaboración de bombas y utilización de armas, incluido el disparo con mira telescópica, según fuentes de la investigación. En esos cursillos, según su relato, participaron ciudadanos venezolanos y chilenos.

Al frente de las clases de electrónica para confeccionar bombas estaban los miembros de ETA Iurgi Mendinueta y José Lorenzo Ayestarán. El rango de ambos da cuenta de la relevancia del plan para Venezuela de Carrera Sarobe. El primero fue detenido hace un año en Francia cuando dirigía el aparato logístico de la banda y el segundo, en febrero pasado, junto al entonces jefe militar, Ibon Gogeaskoetxea, también en el país vecino.

Para desplazarse por Venezuela, Atristain y Besance se sirvieron de Arturo Cubillas, con varios asesinatos pendientes. En uno de esos viajes, la policía los interceptó en un control, pero la acreditación de Cubillas Fontán, director adscrito en el Ministerio de Agricultura, bastó para que pudieran continuar, según informó Vasco Press. Al terminar el proceso de adiestramiento, los dos etarras regresaron a Euskadi como habían llegado a Venezuela, por separado y con una semana de diferencia.

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