Haciendo menos ruido que los partidos andaluces, las formaciones políticas extremeñas han sido más rápidas en la reprobación de Josep Antoni Duran i Lleida por su reciente menosprecio a los jornaleros del sur de España. El portavoz de CiU en el Congreso dijo el sábado: 'Con lo que damos nosotros[los catalanes] de aportación conjunta al Estado, [hay jornaleros que] reciben un PER para pasar toda la jornada en el bar', un comentario por el que Duran ha rechazado disculparse pese al torrente de críticas vertidas contra él. La Asamblea de Extremadura aprobó ayer por unanimidad (PP, PSOE e IU) una resolución que considera que las palabras de Duran 'menosprecian' a los trabajadores agrícolas y, 'por extensión, a la sociedad extremeña'.

Según el texto, el comentario promueve 'una visión peyorativa de región subsidiada que no se compadece con la realidad de Extremadura' y recuerda que Europa y España ayudan con fondos públicos a sectores productivos con independencia de que estén 'en Catalunya, Alsacia, Algarve o Extremadura'. El sistema de protección agrario, recuerda la declaración, no supone 'una ayuda pública indiscriminada'. La Asamblea muestra su deseo de reforzar 'sus tradicionales lazos de amistad con Catalunya' y de 'construir conjuntamente una España plural, solidaria y respetuosa con la diversidad regional'.

En Andalucía existe un consenso sobre el qué la censura de Duran, pero no sobre el cómo. El PSOE, con mayoría absoluta, y el PP han presentado proposiciones no de ley distintas para reprobar a Duran. El Parlamento, salvo acuerdo contra pronóstico de última hora, no debatirá todavía la cuestión en el pleno que concluye hoy.