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Felipe González pide un solo contrato indefinido

'Nos tienen que dejar trabajar a los viejos', afirma el ex presidente

CAROLINA MARTÍN

'Izquierdoso desconcertado'. Es como se definió ayer el ex presidente Felipe González en la presentación del libro La Unión Europea ante los grandes retos del siglo XXI, de la Fundación Alternativas. Una cita en la que analizó como hacer frente a la crisis y planteó las reformas estructurales, que Europa y España necesitan.

Finalizada su intervención y preguntado por el decreto de la reforma laboral recién aprobado, González se mostró partidario de que haya 'un solo tipo de contrato indefinido' y respecto a los temporales, defendió que deben ser 'causales'.

Desde la tribuna, en el apartado del mercado de trabajo, miró a los países nórdicos, donde se ha 'aplicado de manera razonable' la 'flexiseguridad, que supone máxima seguridad con máxima flexibilidad' y la tasa de desempleo ronda el 3,4%. 'Merecerá la pena verlo', afirmó, consciente de que hay muchos que no quieren mirarse en ese modelo.

Al albur de la congelación de las pensiones acordada por el Gobierno español, entre otros, González subrayó: 'No podemos confundir al personal. No podemos decir que es por el ajuste fiscal, porque las cuotas de la seguridad social no tienen que ver con las de las pensiones'. La verdad, defendió, es que 'no es por el ajuste presupuestario por lo que hay que hacer algo para que dentro de 25 años la caja de las pensiones no nos reviente'. El ex presidente también se mostró partidario de retrasar la edad de jubilación: 'Nos tienen que dejar a los viejos que, si queremos seguir trabajando, sigamos'.

Con la vista puesta en el Estado del bienestar, el ex presidente aseguró que éste 'no es fácilmente sostenible' si la esperanza de vida sigue creciendo y la incorporación de nueva población activa sigue disminuyendo. Así, González abogó por incorporar más mujeres al mercado laboral español. Una medida que redundaría en mejorar el índice de población activa dedicado a políticas de bienestar. Además, se refirió a la necesidad de activar políticas que estimulen la natalidad. El ex presidente no dudó en criticar el cheque-bebe que impulsó Zapatero y que está a punto de desaparecer: 'Por 2.500 euros no conozco a ninguna mujer que decida tener un hijo. Con guarderías y buena asistencia sí conozco a muchas que tomarían decisiones más libres como tener la familia que quiera'.

Como en otras ocasiones, González dio una de cal y otra de arena al Ejecutivo. Reprochó a Zapatero no haber explicado 'como hemos pasado del 2,5% del déficit al 11% de déficit'. Pero alabó, 'la jugada' de clarificar las cuentas los primeros en comparación con el rechazo de los alemanes. La canciller Angela Merkel fue la más criticada.

También participaron en la presentación el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, así como el presidente y el vicepresidente de Alternativas, Pere Portabella y Nicolás Sartorius.

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