José Antonio Griñán ha decidido aplazar hasta la próxima semana la resolución definitiva de la crisis abierta por el abandono de la política de Rafael Velasco, según confirmaron fuentes cercanas al presidente andaluz. La espantada del ex número dos del PSOE, una apuesta personal de Griñán, ha generado una ola de preocupación y desconcierto en el partido. Madrid vigila con lupa los movimientos y las municipales están en el horizonte. 'Esta vez no se puede equivocar', resumió rotundo la situación a Público un socialista con mucho peso específico en el partido.

'Esta vez no puede equivocarse' resume un peso pesado del partido

Griñán mantuvo ayer una intensa jornada de contactos y reuniones con los secretarios provinciales del partido para consensuar una solución a la crisis. Hoy, se reúne con carácter extraordinario la dirección regional para valorar el alcance de los daños y el próximo 6 de noviembre el comité director, máximo órgano entre congresos, ratificará el nombre o los nombres que completen los huecos dejados por Velasco. Ese mismo día se reuniría la ejecutiva poco antes que el comité director y trasladaría a este los nombres para ser ratificados. En todo caso, 'esas personas las decidirá el secretario general', dijeron a Público fuentes socialistas.

Griñán deberá decidir si sustituye a Velasco en los dos cargos que ostentaba de vicesecretario y de responsable de relaciones institucionales o sólo en el segundo de ellos, dejando vacante el otro. Griñán es muy consciente de la importancia de acertar en la elección de quien será un referente orgánico privilegiado y la cara pública del partido.

Con las municipales en el horizonte, Madrid vigila con lupa los cambios

Una de las alternativas es ascender a la actual número tres, Susana Díaz, secretaria de organización. Griñán ha escuchado opiniones para todos los gustos. Hay quienes piensan que el líder del PSOE debería buscar un perfil de mayor peso y experiencia política que la joven dirigente sevillana de 36 años. Otras personas con las que ha hablado son de la opinión de que podría seguir el ejemplo de José Luis Rodríguez Zapatero, que sustituyó a su número tres, Leire Pajín, por Marcelino Iglesias sin encomendarse a los barones. Esa opción sin embargo tiene sus riesgos: el congreso que encumbró a Griñán dejó facturas pendientes en Cádiz y Almería y algún dirigente podría tener la tentación de querer cobrárselas ahora.

En las quinielas están Antonio Gutiérrez Limones, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Francisco Vallejo y José Caballos, aunque todos tienen contraindicaciones.